martes, 4 de septiembre de 2012

Mi debut. Maratón de Praga 2012 (1ª Parte)

El pasado 13 de Mayo completé con éxito mi primera maratón en Praga, la capital de la República Checa. Esta es la crónica de aquella experiencia.

Llego desde Madrid el viernes sobre las 19h. Decido contratar un chófer desde el aeropuerto para evitar regateos con los taxis locales (http://www.aeropuertopraga.es). Todo comodidad y puntualidad. Me alojo en el Hotel Jalta, a sólo 7 minutos andando de la salida de la Maratón, en la Plaza de la Ciudad Vieja. Pese a lo que ponga en internet, el hotel no tiene gimnasio.

El sábado por la mañana realizo el rodaje habitual antes de una competición de 40 minutos en un parque llamado Riegrovy Sady, muy cerca del hotel. Algo de lluvia fina pero la temperatura es excelente. Después del estiramiento y la ducha, voy a recoger el dorsal a la feria del corredor. El recorrido en metro es muy sencillo, aunque es preferible ir en tranvía, porque te deja más cerca que la parada de metro.

El sábado por la tarde aprovecho para dar un paseo por los últimos 2 kms de la maratón. Todo adoquín hasta casi la recta final. Este paseo, a la postre, resultó ser muy importante. Por supuesto, ceno pasta, al igual que como ese día y que ceno el día anterior. La ciudad está repleta de restaurantes italianos, de excelente calidad. El precio de las comidas es bastante más bajo que en Madrid (el de la cerveza es ridículo).

Domingo. Salida del hotel a las 8:15h. 10ºC de temperatura. Intervalos de nubes y sol. Climatología ideal para una maratón. Decido no correr en tirantes porque corre una leve brisa que puedo acusar al pasar cerca del río. Última revisión de la logística asociada: llevo el cinturón portadorsal con los geles bien colocados. He optado por llevar tres geles de Power Bar de 41 g. Tomaré dos y medio, divididos en una mitad cada 5 km a partir del km 15. Me han ido muy bien en las medias maratones que he disputado. Eso sí, los geles de glucosa, son un suplemento muy personal que depende de cada persona. Mi consejo es que probéis el resultado en las competiciones previas al día de la maratón. Este día no es para hacer experimentos.

Después de un calentamiento leve y de esperar unos 20 minutos en una cola para los baños (importante tener esto en cuenta), me despido de mi hermano, de mi entrenador, que me arenga con los últimos consejos: “Acuérdate de todo lo que has entrenado. Acuérdate de todo lo que te he dicho, sobre todo cuando vayas sufriendo. Hay que dejarse la piel. Hazlo bien y lo lograrás”. Me sitúo en mi cajón de salida. Mi hermano se va al cajón B, al lado de la élite. Yo al cajón E. No tengo ninguna marca acreditada ya que soy debutante. En la inscripción declaré a la organización que mi objetivo era 3h 30’. Para los que ya tengáis una marca en maratón, os aconsejo que elijáis una maratón que tenga cajones (no todas lo tienen). Es importante. Otra cuestión favorable es la cantidad de gente. En esta maratón, hay unos 6500 participantes en la línea de salida comparada con, por ejemplo, los 12.000 en Madrid.

Estoy en un lateral de la Iglesia de Tyn. Miro al cielo. Bang‼ Una música celestial suena de fondo. Mi cajón comienza a moverse muy despacio. Dos minutos y medio después paso por línea de salida y pongo a correr el crono. La estrategia es clara: correr en capacidad aeróbica hasta la Media Maratón; cambiar a potencia aeróbica hasta el km 35 y después, realizar el último tramo a tope.

Comienzo muy despacio. Incluso por debajo de mis pulsaciones objetivo. El adoquín, que va a estar presente en todo el trazado, me da la bienvenida. Las vías del tranvía también serán un hándicap y habrá que tener cuidado. En el lateral, mi novia y mi cuñada me esperan para la foto y me animan. La afición es lo más importante y han venido aquí para animarme... ¡y lo están haciendo muy bien! Completo el primer km en 4’ 53’’. Muy lento. Es cuando me doy cuenta que voy en un cajón equivocado. Mucha gente en el lateral orinando. Yo ya he hecho mis deberes.

La llegada al Puente de Carlos es espectacular. Un mar de corredores delante mío y a los laterales el río Moldava, que me escoltará durante casi toda la maratón. Precioso. Paso por el km 4 y, de nuevo, mis chicas vuelven a animarme al paso por el túnel. Detalle importante: entre el km 3 y el 13 es el mismo recorrido que entre el km 33 hasta meta. Es importante quedarse bien con el trazado y los repechos, porque cuando lleguemos al 33, estaremos sufriendo mucho y eso nos hará tener más confianza. Durante el primer 10.000 se suceden subidas y bajadas. Además, en ningún punto del recorrido tendremos fuertes subidas (a diferencia del Mapoma). El Moldava siempre a la derecha. Completo mi primer parcial de 5 k en 23’ 45’’ (4’ 45’’ el km).

En los avituallamientos, la gente se acumula y hasta se para. Hay que estar muy atento. En cuanto se recoja el agua, ir hacia el centro que es donde menos gente hay. Cualquier pisotón, resbalón con un vaso, roce o choque fortuito puede ser fatal y nos puede dejar fuera de carrera. Toda una temporada de preparación tirada a la basura. Cerca de esos avituallamientos, casi siempre habrá música, orquestas en directo. Praga es la ciudad de la música y lo hacen notar. En los primeros kms, anima o al menos, no molesta (pese a que el volumen es muy alto). La cosa cambiará cuando estemos sufriendo algo más. Es una de las pocas cosas que no me gustó. Además, las orquestas a veces, se pondrán en sitios molestos para el paso de corredores y cuando vas muy justo, todo esto cuenta.

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