jueves, 15 de septiembre de 2016

Crónica de la Maratón de Milán

Este año me lancé a prepararme una maratón. Sería mi quinta maratón. Mis circunstancias personales habían cambiado y ahora tenía más responsabilidades diarias. Nos decidimos por intentar mejorar la marca de Viena (2h 59’ 19’’) en la maratón más rápida de Italia. La Maratón de Milán. El 3 de Abril.

VIAJE
Volamos en avión, como siempre el Viernes previo a la maratón, 1 de Abril. Elegimos el vuelo más barato que pudimos y fue con EasyJet. Comentaros que, cuando uno viaja con la familia, es cierto que 20€ de diferencia en cada billete, es un dinero. Pero es cierto que con este tipo de compañías, uno se arriesga siempre a tener un problema. Y el problema lo tuvimos a la vuelta. En la ida, no nos pusieron problemas con el equipaje de mano, porque facturamos lo justo. Pero a la vuelta, cumplieron la normativa a rajatabla y hasta una mochila de una niña de 6 años (de esas que son casi un peluche), la tomaban como un equipaje de mano. La experiencia terrible y, por supuesto, si tengo otra opción asequible, la elegiré antes que EasyJet.
ALOJAMIENTO
Como la estrategia de hacer vida en un apartamento, nos había salido bien en Viena, decidimos repetir. La alquilamos por airbnb. La casa estaba situada en una perpendicular de Via della Maggiolina. Muy cerca de la estación de Sondrio. Es una zona residencial y muy tranquila. Además, estaba cerca de la Feria del Corredor. Sobre la casa todo excelente salvo la limpieza de alguna estancia. El dueño no estuvo a la altura tampoco. No la recomiendo. Si alguien tiene algún interés en saber cuál fue exactamente, que me escriba un comentario y le contaré la historia.
FERIA DEL CORREDOR
Cerca de Piazza Città di Lombardia, en el metro de Gioia. Recogimos el dorsal en la Feria del Corredor. Muy bien organizado. Daban una camiseta adidas de regalo. La Feria muy similar a la de Hamburgo y Viena. Ni grande ni pequeña. No había excesivas gangas.
TURISMO POR MILÁN
Para moverse por Milán, el metro es excelente y es la mejor opción. El precio es similar al que hay que Madrid y pueden cogerse billetes por tiempo o para todo el día. La ciudad en sí, me decepcionó un poco, sinceramente. La parte más turística, donde está la catedral de Duomo, es impresionante, eso sí. La galería de Vittorio Emmanuelle II también muy impresionante. Pero poco más. El hecho de ser de las ciudades más industriales de Italia se nota.
Ni que decir tiene que podéis comer pasta y pizza en cualquier esquina de la ciudad. Al menos, en esta ocasión, buscar un restaurante para la recarga previa de hidratos, no es ningún problema.

LA MARATÓN DE MILÁN
Terreno: asfalto
Perfil: es una maratón bastante llana. Es la más plana de Italia. Se podría decir que la primera media es algo más cuesta arriba, que tiene un bloque central entre la media maratón y el km 30 de leve subida. Desde ahí hasta meta sí que hay una clara tendencia a bajar. Sólo recuerdo pasar 2 puentes y no hay grandes cuestas.
Posibles hándicaps: entre la media y el km 30 hay que sujetarse, porque se nota que pica algo para arriba y las piernas lo notan (por lo menos en mi caso). Además, en ciertas zonas, hay adoquines aunque en la parte final, cuando el cuerpo va más tocado, casi no había.
Condiciones climáticas: temperatura fresca y sin viento.
Hora de salida: 9:30 am
Participantes: este año terminaron la maratón 3719 personas.
Porcentaje sub 3h hombres: 4,9%
Globos: hay globo de las 3h, 3h15’, 3h30´, 3h45’…
Cajones: sí hay cajones. La organización es excelente. A todos los que ya han bajado de 3h, les colocan en el cajón más delantero previo a la élite.
Avituallamientos: bien señalizados. Dan botellas de agua. También algunos con fruta.
Señalización de km: buena señalización. Clara y visible en carteles.
Mapa detallado: http://milanomarathon.it/en/marathon/course/
Altimetría Maratón Milán


Baños: accesibles y con pocas colas.
Bolsa corredor: dan un paquete de pasta y una camiseta Adidas.
Precio: 49€ lo más barato.

La salida y la meta tienen lugar en Corso Venecia. Es un lugar muy bonito para terminar una maratón. No tanto como en Viena o Praga, eso sí. Dejamos las mochilas metidas en la bolsa que nos dieron en la Feria del Corredor con nuestro número de dorsal. Después de haber hecho el calentamiento riguroso con mi hermano, nos vamos hacia el cajón, con tiempo de sobra. Es el momento de aislarte un poco y pensar en todo lo que has hecho para llegar hasta aquí. Y pensar en la estrategia de carrera. En Viena en los últimos 7 kms se me escaparon los 2h58'. Había que intentar mitigar eso. Se habían hecho entrenos de correr a ritmo de 3h en fatiga para ello. Pero la carrera y el día que uno tenga es un mundo. Ya sabéis. Hay que tener un plan B y agarrarse a él en carrera si fuera necesario.

Mi plan A era el mismo que el habitual. Correr con mi pulso de capacidad aeróbica (155-174) hasta la media maratón. Entre la media y el km 30 hacer una progresión hacia la potencia aeróbica, dependiendo de cómo me encontrase. Después, correr en potencia (174-184) hasta el km 35. De ahí a meta, a lo que pudiese.
El plan B era intentar aguantar los tiempos de paso que hice en Viena hasta el km 30 y ahí, apretar para intentar no perder esos 2 minutos que degradé al final y acercarme a las 2h57’.
Me despido de mi hermano que va a intentar acercarse a las 2h50’ y arrancamos.

Corriendo con el que hizo 2h53' al final
Los primeros compases suceden en estrechamientos de calles y la gente se apelotona y hay que tener cuidado. Después del km 2, la acera se ensancha. En esos primeros kms intento soltarme, coger un buen ritmo y tomar alguna referencia de algún corredor que lleve un ritmo similar al mío (dorsal 1406). Me pongo en paralelo a un italiano que lleva un mono de triatlón que, por los parciales que voy viendo, parece que lleva un ritmo similar al mío. Constantemente mirando el pulso para no pasarme, llego al km 5, en 20:16, casi clavado al de Viena (20:15), a 166 ppm de media, casi también clavada la media a Viena. Eso arroja un ritmo de 4:03 el km completamente loco. He hecho el primer km en 3:59. Es normal que el primer parcial salga rápido, pero hay que sujetarse. Para eso está el pulsómetro. Cogemos un poco de agua que sirven en botellas y a seguir.

Seguimos con el dorsal 1406 y nos acercamos al punto más emblemático de Milán. La plaza del Duomo. Muy bien elegido por parte de la organización puesto que permite disfrutar de la vista ahora que corres suelto. Mucha mucha gente en esta zona y, en general, en todo el recorrido. Al poco de dejar atrás el Duomo llegamos al km 10. Paso en 40:54, haciendo el mejor parcial de 10k de todas mis participaciones. En Viena me fui por encima de los 41 minutos, por lo que esto es una gran noticia. También un gran de 5k de 20:38. Además, seguimos con el pulso muy agarrado en 168 ppm, exactamente igual que en Viena. Estos 10 primeros kms los he corrido a un ritmo de 4:05 (os recuerdo que hacer la maratón por debajo del ritmo de 4:12 el km, me da en meta menos de 2h57’). Por tanto, hasta el km 10, las cosas físicamente van clavadas a Viena y estoy mejorando los tiempos.
El italiano dorsal 1406 me suelta al poco de pasar por el km 11. Y me suelta a ritmo. Claramente va más rápido que yo. Y menos mal que me solté, porque esa no era una buena rueda. Terminó haciendo 2h53’ peladas en meta.
Llegamos a la zona de cambio de relevos, del km 10. Mucho mejor organizada que otras maratones. Con una separación clara con una valla entre los que van a relevos y los que no. En las anteriores maratones, esto siempre era un incordio, porque se te cruzaba gente, los que estaban esperando se te echaban encima, etc. Muy al contrario, diré que cada vez que se llegaba a un cambio de relevos (cada 10 km) la gente que esperaba te animaba locamente. Bravo! Bravo!!, todo el mundo gritaba. Y eso durante unos 100 m que duraba el cambio. En el mismo km 11 me espera mi prima con su marido, que ha venido desde Turín para animarme. Les choco la mano y levanto el puño. Vai, vai!!!!

Km 15: noto una cierta molestia en el pie izquierdo. Me da la sensación que tengo el cordón muy apretado a la altura del tobillo. Me empiezo a agobiar y hago lo que nunca he hecho. Pararme. Libero la presión de la zapatilla y sigo corriendo. Debí perder 5 segundos pero creo que por lo menos, mentalmente, la rallada se pasó. Llego al km 15 con un parcial muy similar al anterior (20:40) plantándome en 1h01’34’’. Este parcial ha salido mucho mejor que Viena, cosa esperada, porque viena a partir del km 10, picaba para arriba. En estos momentos, voy tan solo 38’’ mejor que Viena, y el pulso empleado sigue siendo de 167. En cambio en Viena me fui ya a los 170 ppm, debido a las cuestas que tenía este tramo y que me obligaban a subir el pulso para aguantar el ritmo. Estos primeros 15 kms los he hecho a ritmo de 4:08 el km, lo que se aproxima bastante al ritmo esperado objetivo (en torno a 4:12). En el avituallamiento del km 15, abro el gel relajado, puesto que sé que hay una botella y que voy a poder correr unos metros con ella sin que se me derrame el agua. La primera mitad del 3 geles que llevo y a seguir. Al poco llego al km 16 y veo un edificio parecido al Guggenheim, con mucha chapa exterior. Muy bonito. Es el Salón de Congresos llamado MiCo Milano Congressi.
Con cierta claridad, hay una tendencia a subir hasta la media maratón. Lo noto porque las piernas no van tan sueltas como hasta ahora. Del km 15 al 20 haré un parcial de 21:01. 1:22:35. Tengo claro que necesito llegar al km 30-32 lo más fresco posible. Y decido ser lo más conservador posible. Correr suelto. Correr algo más lento pero que sea imperceptible. La estrategia es que entre el km 20 y el 30 vaya suelto. Hasta este km, voy 1’ mejor que en Viena. He hecho el 2º 10k en 41:41
.
Media maratón en 1:27:06. Hasta ahora a 4:08 el km. Si doblo entre las 2 medias, cosa tremendamente improbable, haría 2h54’. Suponiendo que haga +3’, lo que es una degradación razonable para un popular que quiere bajar de las 3h, haría 2h57’. Tengo mucho margen y hay que conservar la renta. Casi 1’ mejor que en Viena. Al poco de pasar el arco de la media, me están esperando mis chicas, las de siempre, animando como locas con las banderas de España.

Al paso por la Media Maratón con los ánimos de mis chicas!
Casi en el km 22 se pasa al lado el gran templo del fútbol. El estadio de San Siro. En este momento, voy el 149 de la clasificación absoluta (el 30º de mi categoría).
En el km 22 llegamos a una zona de cambio de relevos y de nuevo, cientos de personas que esperan el testigo, animando a pleno pulmón. Una recta larga que se hace muy corta. El speaker gritando "bravo gladiatores!!!".
Km 25: parcial de 20:58. 1:43:33. Se confirma que voy más lento. Y eso que es una zona muy plana. No he subido prácticamente de pulsaciones respecto al anterior parcial, por tanto, es normal que vaya más lento. A partir de la media maratón, lo normal es que para ir más deprisa, haya que ir más alto de pulso. Pero recordemos: hay que agarrarse hasta el km 30 para no meter desgaste a las piernas. A esas alturas en Viena iba levemente más alto de pulso. Posteriormente demostré que eso me pasaría factura en Viena. Pero uno nunca sabe si tomando la otra opción, va a salir bien.
Al paso por el km 30 de nuevo con la afición!!!
Km 30: la subida se ha notado y marco el peor parcial a la postre de toda la maratón. Tal vez me he agarrado demasiado. 21:30. Casi sin desgaste de pulsaciones. He hecho el parcial a 170 pulsaciones. A 4 ppm del límite de potencia aeróbica. Sigo con mucho margen. A estas alturas en Viena iba ya en metido en potencia aeróbica. 2:05:03. En Viena pasé en 2:05:23. He perdido en 10 km, el minuto de margen que tenía. Pero llego con la sensación de mayor frescura que en Viena. Y sé que tengo lo más favorable del perfil de la maratón a partir de ahora. El 3er 10k lo termino en 42:28. A partir de ahora comienzo a remontar puestos.
En el km 30, tal como estaba planeado, de nuevo la afición. Las chicas junto con mis primos que han venido de Turín. Choque de manos y levanto el brazo!!!
Entre el km 30 y el 35 hay largas rectas lo que hace que si vas bien y puedes mantener el ritmo, vueles. La única parte que te rompe algo es un puente entre el km 34 y 35, que pasa por encima Viale Renato Serra. Es un puente corto y con poca pendiente. Será el último repecho que tenga que superar. El resto es llano o cuesta abajo. Además, ya vamos de camino al centro, a la zona de la meta.Más gente y ambiente en los laterales. Este parcial lo hago en 21:22 y me planto en 2:26:25. Con 1’ mejor que en Viena. He recuperado en 5km el minuto que había perdido anteriormente. Esto da a entender que, primero, el derrumbamiento que tuve en Viena en ese parcial fue tremendo y, segundo, que las piernas me responden bien a la fatiga aquí en Milán. Comienzo a sentir que estoy cerca. Que tengo en la mano la marca.
Puente por encima entre el km 34 y el 35
Pero me quedan los últimos 7 kms. Los más difíciles. Los que en Viena dilapidaron mi marca. En Viena, en ese km tenía aún los 2h57’ largos en mis manos. Si hubiese corrido a ritmo de 3h (4:15 el km) sí. Pero la realidad es que en ese momento ya iba pinchado. En cambio aquí he puesto la directa, arriesgando y subiendo el pulso ya claramente en potencia aeróbica. 177 ppm de media. En el km 35 me meto todo el gel que me queda (normalmente me tomo sólo la mitad). No quiero entretenerme más adelante con los geles. Quiero concentrarme en correr todo lo bien que pueda.
Rondando el km 38 ya más desencajado
Del km 35 al 40 ya comienzo a notar la fatiga muscular. Ese tramo tiene menos rectas que el anterior y ya voy con el piloto automático. Es un tramo que pasa por alguna zona de parques y boscosa. Incluso en algún momento se estrecha, aunque no es algo agobiante. Este es el tramo decisivo de la maratón. Comienzo a adelantar a mucha gente. Hay caras que me suenan de atrás. Adelanto a ritmo al típico recortador que me pasó en el km 30… Voy dejando atrás a gente a ritmo. Y no son unos globeros. Esa gente terminará haciendo 2h59' o 3h, ojo. A estas alturas eso da mucha fuerza, aunque las piernas las tengas hechas una mierda. En el km 38 voy cogiendo a ritmo a un italiano (dorsal 2473). Le paso pero veo que me engancha y me da relevos. De ahí a meta comenzaremos una curiosa simbiosis.
Parece que puedo seguir corriendo a ritmo de 4:16 con la fatiga muscular que llevo. Los entrenamientos durísimos corriendo con fatiga acumulada y las series de lavado de lactacto, están dando sus frutos.
Km 40: acompañado de nuestro amigo italiano Marco Andrea cierro un muy buen parcial de 5k en 21:11. El último 10k lo cubro en 42:33 casi clavado al anterior, lo que indica que no ha habido derrumbamiento. Estoy en 2:47:36. Si no cubro esos 2,195 km en más de 5 minutos y 24 segundos, bajaré de 2h58’. Tendría que ocurrir una catástrofe. Las piernas van muy tocadas y hago esos últimos 2 kms y poco con el corazón, subiendo a todo lo que tengo el pulso y viendo como hay dos toboganes en ese último tramo que terminan de machacarme. De hecho, ese último tramo hasta meta lo hago más lento que lo que hice en Viena (¿?).
A punto de cruzar el arco
Desciendo del último tobogán y veo el cartel de 42 km, giro a la derecha y veo el reloj que marca 2h 56’ largas. Madre mía vaya marcón que voy a hacer. Cuando estoy a punto de cruzar el arco de meta, miro al cielo, aprieto los puños y grito… ah!!!!! 2h 57’ 28’’!!!!!
Llego el 112 de la general de 3720 personas. El 21 de mi categoría de 445 tíos (buen debut en la M35). Bajo mi mejor marca en 1’ 52’’. Completo una maratón a 4:12 el km. Completo las dos medias con +3’ 12’’. Entre el km 30 a meta adelanto a 31 personas de la general (5 de mi categoría). 
Cruzo la meta y me apoyo en el italiano que ha entrado a la par conmigo. Le digo “amazing marathon my friend” y él asiente. El tío me mira con cara sonriente pero extrañado.
Entrando en meta
Llega el avituallamiento, que sinceramente, es bastante pobre. Algo de fruta, isotónico y agua. Me suena ver alguna barrita. Pero nada espectacular. Eso sí, rápidamente llegas a la zona de los camiones donde habíamos dejado los  para cambiarte y no quedarte frío. Nada de dar vueltas como en Viena.


"Amazing Marathon my friend!!"
Al llegar al apartamento como siempre, estiramos muy bien y nos sumergimos en una bañera de agua completamente llena de hielo, para recuperar las piernas y frenar la destrucción muscular de la maratón. Esto hace que, junto con una buena comida, por la tarde podamos andar mucho mejor de lo esperado. Las escaleras duelen al bajar, pero no tanto como otras veces. La recuperación es impresionante. El entrenamiento de este año también ha estado orientado a que el cuerpo asimile mejor las cargas y se notan los resultados.

Creo que esta maratón es la mejor que he corrido. Es cierto que Rotterdam fue una maratón muy muy constante en ritmo y el sabor de boca de llegar muy fuerte al final es inigualable. Pero esta he corrido de manera más inteligente y táctica. He sabido ser conservador cuando debía para agarrar una marca probable. Los 2h57’. Tal vez si hubiese apretado más entre el km 20 al 30 habría hecho 2h56’… la marca posible… o no. Lo de siempre. El condicional. Que no vale para nada. Técnicamente apenas degradé en ritmo entre el km 30 a meta (sólo degradé 2'' por km) y eso me deja una sensación tremenda. Esa sensación que aún hoy, escribiendo esto, me genera un placer inexplicable, sobre todo, después de un año muy duro en lo personal y en el que me he tenido que adaptar a entrenar con una familia.
Clasificación final
Como cada año hay dos personas que han sido claves para que vuelva a estar en lo más alto de la maratón popular. Mi mujer, que a cargado con todo el peso de mi hija mientras yo me iba a entrenar, al gimnasio, al Bosque de la Casa de Campo. Supeditando su tiempo libre para que mi pasión sea lo más completa posible. Un año más, gracias. Te quiero.
A mi hermano, que me sigue dando consejos claves en una preparación que cada vez es más difícil y en la que cada vez tenemos que afinar más. Gracias de corazón.

Tengo 35 años y una hija. Para los que piensen que ya no se puede hacer nada en la vida con este panorama os diré que sí es posible. Es posible hacer 2h57’ en maratón. Mi quinta maratón. Lo único que hay que hacer es ponerse a ello.
Gracias

Parciales 5K
20:16
20:38
20:40
21:01
20:58
21:30
21:22
21:11

Parciales 10 k
40:54
41:41
42:28
42:33

martes, 14 de abril de 2015

Crónica Maraton de Viena 2015

El objetivo de la temporada, la maratón de primavera seleccionada este año era la Maratón de Viena. El 15 de Abril, era una fecha muy cercana a la que disputé en Rotterdam el año pasado. Los entrenamientos, las series y la prueba de esfuerzo apuntaban que estaba en condiciones de bajar mi anterior marca personal de 2:59:50 y volver a bajar de 3h. En mi cabeza, sabía que podía tener los 2:58. Pero había que ganárselo.

Como siempre pasa en los destinos de centro Europa, salvo Alemania, el vuelo es caro y escaso en plazas. Volamos con Iberia a media mañana. Como siempre, las camisetas a juego con el evento.

La equipación para el gran evento
Este año decidimos coger un apartamento y realizar las cenas y los desayunos en el apartamento. En Rotterdam fue una auténtica locura el buscar restaurantes de pasta por la noche. Nos terminamos acostando siempre tarde y cansados. El entrenamiento invisible en los días previos siempre es fundamental. Por tanto, este año, poco andar dando vueltas por la ciudad buscando restaurantes indefinidamente. Por la tarde, a partir de las 20h, ya en el apartamento relajados. El que seleccionamos fue a través la web airbnb y estaba en la calle Rosensteingasse. Un barrio a las afueras de Viena, pero que después se demostró que, con la red de tranvías, a tan sólo 10 minutos de la zona urbana. Resultó una zona excelente para descansar y relajarse. La propietaria, muy buena anfitriona, Annemarie Doubek, muy recomendable. La zona tiene varios supermercados muy similares a los que hay aquí en España donde se puede adquirir casi cualquier cosa de alimentación.

A la llegada al aeropuerto de Viena, teníamos dos opciones para llegar hasta la ciudad. En tren rápido o en taxi. El tren rápido, aunque no especialmente caro, nos obligaba a coger un otro metro y luego un tranvía hasta el apartamento. Siguiendo la doctrina del mínimo esfuerzo antes de la maratón, cogimos un taxi para seis personas que nos salió a 60€ el trayecto directo. Hicimos la reserva por esta web y todo fue rodado.

Durante todo el fin de semana nos hemos movido con un billete que duraba 72h y te podías montar en metro y tranvía en todas las zonas de Viena. Aquí encontraréis toda la información al respecto. Se vende en todos los estancos de Viena. Si no lo tenéis claro, no os preocupéis, porque allí todo el mundo habla inglés y os aconsejarán muy amablemente.

Ese mismo viernes nos quitamos de encima el tema del dorsal. Nos vamos a la Feria del corredor. Está al pegada de la estación de Kriau. La recogida del dorsal sin apenas espera y que te dan llevando el papel de la inscripción que te enviaron por correo electrónico. En ese papel te indican el número de dorsal. Tranquilo, si no lo tienes, puedes ir al mostrador de "Help Desk" y allí, con tu DNI, te buscan y te lo imprimen. Te dan la bolsa para el guardarropa, el chip y el dorsal. El resto son artículos varios de publicidad. En la feria lo de siempre. Grandes stands, esta vez, sí están todas las grandes marcas, a diferencia de las ferias de Rotterdam y Hamburgo. La ropa, salvo alguna de saldo, muy cara para mi gusto.

El sábado por la mañana fuimos a realizar nuestro rodaje de activación tradicional por un parque cercano llamado Sternwarte Park. Después nos fuimos a hacer un poco de turismo por la zona céntrica de Viena, por la Stephan Catedral. Muy cerca de allí está un restaurante italiano que nos costó encontrar pero que resultó todo un acierto. Trattoria Santo Estefano.

Después, las chicas se fueron a hacer turismo. Nosotros nos vamos a relajarnos al sol de primavera en el Schubert-Denmalk, un parque muy tranquilo. Ahí nos quedamos rotos casi 2h. Yo aprovecho para leer algo distinto del deporte. Es muy importante desconectar. Después nos fuimos a inspeccionar el último km de la maratón, camino de HeldenPlatz, donde está la meta. Mi hermano insiste que pica para arriba. Yo creo que no es apreciable y que en cualquier caso, como ahí ya se va a cuchillo, seguro que no es tan apreciable. Ya veremos si me equivoco.

La tarde la dedicamos a seguir relajándonos y a ver una película. La cena pronto y a preparar la mochila para el día siguiente. La carrera empieza a las 9 y hay que estar a punto.
Todo preparado el día anterior

Las principales características de esta maratón son:
Terreno: asfalto
Perfil: Los primeros 10km son un perfil de subida, leve, pero continua. Hasta el km 20 aproximadamente se suceden intervalos de subida y bajada. Después zonas de fuerte bajada pero sin exageraciones. Los últimos 2 km pican levemente para arriba. Durante todo el recorrido calles anchas y avenidas.
Posibles hándicaps: La primera parte es cuesta arriba. Son dos vueltas casi idénticas. Se pasa por muchas zonas de pasos elevados en puentes que son toboganes, que pueden hacer daño a largo plazo.
Condiciones climáticas: no hay casi viento. Entre 14 ºC y 16 ºC. Pese a ello no hay sensación de calor.
Hora de salida: 9 am
Participantes: este año terminaron la maratón 5513 personas.
Porcentaje sub 3h hombres: 4,11%
Cajones: hay 5 cajones. Te colocan de acuerdo al tiempo estimado que hayas declarado en la inscripción. El cajón 1 es el de menos de 3h. Delante de este está el cajón de la élite. El cajón 2 entre 3h y 3:30.  La salida se organiza en oleadas. La primera sale el cajón élite más el 1 y el 2. En el mismo cajón hay corredores que también van a correr la media maratón y la de relevos.
Avituallamientos: bien señalizados. Dan agua en vasos e isotónico. También algunos con fruta. En algunos a partir del km 25 (creo) dan geles.
Señalización de km: buena señalización. Clara y visible en carteles, no en arcos.
Mapa detallado: aquí
Perfil Maratón Viena
Baños: están todos situados a lo largo de la avenida que da acceso al puente donde están los cajones (no como en Rotterdam que estaban dentro de cada cajón). Como siempre mucha gente pero la espera parecía razonable.
Bolsa corredor: algún descuento en la feria del corredor y artículos de running de menor importancia. No dan camiseta.
Precio: 85€

Me levanto a las 6:50h y desayuno lo de siempre. Zumo, leche y tostadas. Nada de exhibiciones ni experimentos. Cogemos el tranvía a las 7:20h y luego el metro que nos lleva hasta la estación de la salida, Kaisermühlen. Todo muy rápido. Vamos sobrados de tiempo. Rápidamente vemos los cajones. Nosotros estamos en el bloque 1. Todos los que hayan certificado haber bajado de 3h. La salida se organizará en tres oleadas. La primera saldrá la élite, más el bloque 1 y 2. Todo está perfectamente organizado. Unos voluntarios miran si el dorsal tiene el bloque al que vas a entrar y accedes. En total hay 5 cajones, el último para aquellos que se vayan más allá de las 4h30'.
Buscamos nuestro camión para dejar las mochilas (porque la salida no está en el mismo lugar que la meta) y esperamos. Es importante destacar que hay que llevarse la bolsa que te dan cuando recoges el dorsal. En ella se meterá la mochila y tendrá por fuera tu número de dorsal. Sin ella no te admiten la mochila.
Nos tumbamos en el césped y hasta nos hacemos una foto.
Previa al momento más esperado
Nos cambiamos dándonos cuenta que va a hacer algo de calor. Ya se preveía. Cuando llevemos 1h de carrera estaremos en torno a los 16 ºC. Ni gota de viento. El sol, aunque está presente, no parece arrollador. Aun así, salimos con la camiseta de calentamiento y nos vamos de camino a los cajones. Hay muchos baños y la gente esperando pero, como vemos que hay gente que mea en una esquina, apuramos el tiempo y para adelante (España no es el único sitio donde se hace esto). De camino al cajón, se escucha "Aire" de Mecano (??). Alucino. Accedemos poco después al cajón sin problemas.
El calentamiento lo hacemos al otro lado de la valla del cajón. Suave y con progresivos. Estamos a punto. Accedemos al cajón de nuevo y nos colocamos. Faltan 15 minutos. Revisón de todo. Calcetines, medias compresoras, cordones, geles en su sitio... No estoy nervioso. Mi talismán, un chupete que enseñaré a mi futura hija, me guiará en los momentos duros, espero que sean más allá del km 35. Todo por lo que he entrenado termina. Desde Octubre 900 kms. Muchas horas de gimnasio. Muchas horas de obsesión con el descanso. Ha llegado mi momento.
Se abren los cajones y nos vamos para adelante y nos juntamos con la élite. Mi hermano me grita que tiene buenas sensaciones. Que va a ser un gran día. Nos abrazamos tratando de pasarnos toda la energía posible que un hermano se le puede pasar a otro antes de una prueba de este calibre.
Cuenta atrás y adelante!!!

Salgo tranquilo y sin agobios. La gente va suelta y hay espacio de sobra en el lado derecho del puente, donde estaba el cajón situado. Mi intención es marcar un primer buen parcial aprovechando que hasta el km 4 es leve bajada. El puente termina y da paso a una gran avenida.
El paso por el km 3, donde se juntan las dos hileras de corredores que iban separados desde la salida. Vemos a las chicas y la primera foto para el recuerdo. Saludo muy fácil. Las primeras sensaciones son muy buenas. Esta vez picaré el pulsómetro al paso por cada 5 km. De este modo, si hago 21’ o menos, iré en tiempo. Si hago más, estaré más justo. Es una buena manera de tener una situación completa de cómo vas, ya que hay kms más largos y otros más cortos.

Al paso por el km 3!!!
KM 5: 20:15. Excelente. Tal vez algo rápido. A 4:03 el km. He conseguido lo que quería, que era marcar un buen parcial. Hay que disfrutar. Luego seguro vendrán los malos parciales. A la postre, el mejor parcial de 5000 de la maratón.
Entre el km 5 y el 10 claramente la cosa sube. Pero sube tan poco que no te das ni cuenta. Entre medias se intercalan pasos elevados, que actúan como toboganes, y eso ayuda a confundir más. Las piernas no parece que se resientan, porque en realidad no tienes sensación de subida. Pero estar está.

KM 10: 41:14. Parcial de 20:59. Mi paso en Rotterdam en 2014 fue de 42:05. Este parcial más a ritmo de crucero, a 4:07. La cosa va bien. Claramente la subida se nota. Está claro que es la parte en la que hay que retenerse más y en la que hay que hacer los peores parciales si se hacen, porque estamos subiendo. Yo no me estoy reteniendo, pero tampoco estoy apretando en los toboganes.
Entre medias me saluda un español. Me comenta que tengo que llegar vivo a la Media Maratón. Después todo será más fácil. No hablamos demasiado. Él va a otro ritmo. Me adelanta y sigue su camino.

Paso por el km 10... muy fresco
KM 15: la primera mitad del gel muy cerca del paso del km 15. Parcial de 20:58 casi idéntico al anterior. Seguimos con un buen ritmo de crucero. Sigo con 1 minuto justo de diferencia respecto al tiempo de paso en Rotterdam. Voy entero. De pulso voy bien, algo por encima de la zona media de capacidad aeróbica pero es normal porque estoy subiendo constantemente. No me vuelvo loco, porque voy en tiempo. La proyección de tiempo en meta es totalmente disparatada de 2h55.
Camino del km 20 nos vamos a la zona más alejada del Ring y del centro de Viena. En el km 16 pasamos por el Palacio de Schönbrunn, cosa por supuesto, que ni me doy cuenta.

KM 20: paso de 1:23:39. 21:27 de último 5000. Se me ha ido este parcial claramente. Y tampoco sé por qué. El último 10.000 lo he hecho en 42:25. Es normal, porque es la parte donde más pica, pero tal vez algo exagerado con la pérdida. Con respecto a Rotterdam tengo menos de 1 minuto de diferencia. Este último 10k casi idéntico al que hice en Rotterdam.En ese momento no me preocupo. El pulso es ideal y me noto fuerte de piernas.

MEDIA MARATÓN: 1:28:04. Hago marca personal de paso en Media, en una Maratón, superando aquel paso estratosférico que marqué en Hamburgo en 2013. Podría hacer +2 en la segunda media y seguir haciendo 2:58. En un buen paso. No tan justo como en Rotterdam y a priori viene la mejor parte, de bajada.
Las chicas que siguen recorriéndose Viena a ritmo vertiginoso me hacen una foto al paso por la media. 

Cerca de la Media Maratón. Siguen las buenas sensaciones
Para este momento ya me doy cuenta que no hay un grupo claro. Entre la gente que está haciendo la Media y los relevos, no puedes enganchar un buen grupo con el que coger un buen ritmo. Es lo malo de que se junte todo el mundo en este tipo de eventos.

En el camino hacia el km 25 pasamos por el Rathaus de Viena, un impresionante edificio que hasta yo miré cosa que no suelo hacer. Mucha gente en esa zona. En realidad, mucha gente en todos lados. Muy parecido a Hamburgo. Y todos gritando y animando. Aunque yo en este tipo de pruebas voy muy concentrado y no me fijo demasiado, es cierto que se agradece.

KM 25: 20:41. Era razonable, gran parte era bajada. Hago el segundo mejor parcial de la maratón. En este momento tengo en mis manos 2 minutos por debajo de mi paso en Rotterdam. Empiezo a creerme que puedo bajar hasta de 2:58. No tengo sensación de ir mal, aunque es cierto que los kms se van notando, pero por ahora, todo está controlado. Sigo reteniéndome con el pulso, porque es pronto para cambiar a potencia aeróbica. Voy metiendo los tiempos como debería y no voy a arriesgar. Enganchamos la orilla del Danubio y volvemos a estar dentro de la zona más céntrica de Viena.

KM 30: llevamos desde el km 27 en una larga avenida (Hauptallee) muy monótona con una arboleda a lados. Es una recta de ida y vuelta, con un desvío hacia el estadio donde España ganó la Eurocopa. La zona es parecida a la casa de Campo. 21:03 el último 5000. Seguimos agarrando los parciales. Ahora ya en potencia aeróbica pero muy gradual, muy natural. Algo menos de 2 minutos por debajo de Rotterdam. Este último 10.000 en 41:44, muchísimo mejor que en Rotterdam. Lo mejor: me he plantado en el km 30 con una buena renta de tiempo. Lo peor: no voy tan fino. Las piernas comienzan a resentirse y no van nada frescas. Lo digo siempre. De nada vale lo bien que lo hayas hecho antes. Ahora empieza la verdadera maratón. Y hay que estar a la altura.
En el desvío hacia el km 31 me encuentro primero a un grupo de forofos españoles, con bufandas, gorros y banderas que enloquecen a mi paso y a la vuelta, Carmen y las chicas, que siguen brotando de cada esquina y se han ido al culo de Viena a hacerme una foto. Me recreo, sonrío y les digo que voy bien. Pero en realidad, estoy mintiendo.
Cerca del km 31, recibiendo los ánimos de los forofos españoles!
De frente saludando a las chicas
Enfilo de nuevo la recta de Hauptallee y de nuevo la monotonía. Intento enganchar a unos tíos que se ponen en paralelo a mí, pero rápidamente veo que me puedo fundir demasiado pronto. Me quedan 12 kms que se pueden hacer muy largos y lo peor, puedo perder todo lo ganado.
De camino me cruzo con mi hermano Jorge y le saludo y animo. Me hace un gesto con el dedo hacia abajo y le noto algo pinchado… mal asunto.
Giro al borde del km 33 por una glorieta y veo que hay una alfombra de control. Bien hecho. Para que no se cambien de carril los de ida por los de vuelta.
Recuerdo esos kms muy muy largos. Y muy lentos. No me adaptaba al ritmo de crucero y notaba que el agarrotamiento en las piernas avanzaba a pasos agigantados. Sabía que estaba muy lejos del bloqueo muscular y que tenía gasolina aún, pero no creía que las piernas me respondiesen como debían. Comienzo a calcular mi paso por el km 34 qué parcial voy a hacer y no pinta nada bien.

KM 35: 21:58. A 4:24. Petada. Hasta el momento, el peor parcial de 5000 de la maratón. Y peor que el realizado en Rotterdam en 2014. Voy pinchado completamente. Sin ritmo y sin buenas sensaciones. La mente va clara. No soy capaz de engancharme con nadie y noto que me adelanta mucha gente. Lo bueno, que aún tengo 2 minutos de ventaja respecto a Rotterdam. Sigo creyéndome que puedo bajar de 2:58. Pero viene lo peor porque ahora comenzará a picar hacia arriba. Voy a enfilar los kms ya recorridos entre el km 6 al 11, que eran subida. Siguiendo el Ring. Esto puede ser un desastre. Si sigo perdiendo tiempo a este ritmo, puede que no haga ni siquiera 2:58.
De nuevo los toboganes en los pasos elevados. Intento subirlos con potencia pero la frescura se acabó. Me queda medio gel y me lo meto para el cuerpo para tratar de salvar los barcos. Estoy muy agarrotado. Intento buscar referencias de gente delante y poco a poco, las voy adelantando. Pero es que ellos van rotos. Yo voy algo mejor pero mal.

KM 40: 22:18. Explosión. He perdido casi un minuto respecto a Rotterdam en sólo 5 kms. No hace falta ser ingeniero para saber que estoy muy pelado para hacer 2:58. Intento buscar la postura y ponerme a tope, pero las piernas no responden. Voy a 4 pulsaciones del umbral. En el último 10.000 he hecho 44:16 que es muchísimo. 
Enfilo la larga recta que me dará acceso a la meta, situada en la HeldenPlatz (la Plaza de los Héroes). En el suelo con cuidado los raíles del tranvía. Voy a muerte pero pinchado. Unas animadoras en el lado derecho y casi me doy con sus pompones. Aprovecho para coger el chupete del portadorsal y agarrarlo con la mano, para llegar a meta con él. Vamos, vamos, ayúdame!! Sólo un poco más!!
Ya veo cómo gira la gente hacia la meta, veo que me quedan 300 metros, miro el reloj, 2:58 largos… se me fue… se me fueron los 2:58. De lejos escucho “Rober vamos!!” pero no localizo la cara… será Carmen claro!!! Paso por debajo de los arcos de la plaza y trato de relajarme. De disfrutar. Ni esprintar ni nada. Piso la alfombra azul y la llegada es espectacular. Muy parecida a la de Praga. Me pongo el chupete en la boca, brazos en cruz y cruzo… 2:59:19.

A fondo, a falta de 195 metros
Recta de meta
Disfrutando
Me paro a un lado y saludo a unos españoles. Nos damos la enhorabuena. Estoy incomprensiblemente contento. Pese a haber perdido todo mi rédito al final, estoy contento. Yo creo que me duró esa efusividad de haber tenido en mis manos el 2:57 y me llegó hasta el final.
Voy caminando en busca de agua. Me ponen la medalla y me hago una foto. Me pongo un plástico de la organización para no coger frío. El avituallamiento al final. Hay hasta cerveza sin alcohol. Algo de fruta pero no tan espectacular como la llegada de Hamburgo.
Con la medalla!!
Voy de camino a recoger la mochila, en la zona de la avenida por donde entras a meta. Una chica me dice que aún no puedo cruzar, que tengo que rodear todo el parque… madre mía!!! De pronto abren las barreras y dejan pasar a los corredores. Me meto. No tengo claro dónde están los camiones con las mochilas y me lo indican unos voluntarios. Está todo bastante mal indicado.
Al llegar, mi sobrina Patricia me abraza y me agacho para darle un abrazo. Luego llega Carmen y la agarro de la barriga de cuclillas. Ese momento es inolvidable. Se te queda grabado para siempre. Por eso merece la pena todo esto. Toda esta paliza.

Más adelante mi hermano y yo nos damos ese abrazo sincero que sólo te puede dar una persona que ha pasado lo mismo que tú. Ese día y toda la temporada. Me dice que ha hecho 2:52. Los dos volvemos a mejorar nuestras mejores marcas. Estamos muy contentos.
La foto de los campeones
Cogemos el metro de vuelta. En el camino, nos encontramos a los forofos españoles que ya conocen a Carmen. Sus héroes han hecho 2:47 y 2:59. Muy bien dejando el pabellón muy alto.

Por la tarde, muy doloridos y bajando las escaleras, nos vamos a hacer un poco de turismo por Viena y por la noche, a un sitio típico de allí a celebrarlo.

Analizando la maratón, como siempre, hay que estar contento por bajar mi MMP. Aunque sea por unos segundos. Está claro que sufrí un agarrotamiento a partir del km 30 que me hizo perder 2 minutos de mi renta. Pasé la 1ª media en 1:28:04 y la 2ª en 1:31:14, lo que es hacer +3’. No doblar, como casi hice en Rotterdam siempre es un signo de que no se ha hecho una maratón redonda. Pero es cierto que el perfil tan bondadoso de Rotterdam no es el de Viena. Siendo sinceros, creo que hacer +2’ podía haber sido razonable. Con eso, tendría los 2:58. Pero la realidad es que no los tengo. Y eso es lo que vale. Sin excusas. Falta de volumen? Esto es algo que tendré que analizar con mi hermano para la siguiente temporada. No se puede saber si ese fue el motivo, o simplemente que no somos máquinas, ni calculadoras. Lo he dicho muchas veces. Esto es lo bonito de esta prueba.
Lo importante es disfrutar de la marca que se ha hecho, no de la que podrías haber hecho. Si no lo haces así, te conviertes en un alma en pena que busca excusas y consuelo por las esquinas.

Desde aquí agradezco otro año más, a mi mujer, que me apoya, que me ayuda y que me sonríe siempre que llego de un entreno, agobiado porque no me da tiempo a todo. Sin ella, sin su forma de ver la vida, nada sería igual.
Los grandes parciales del principio y ese sueño que tuve por unos kilómetros de hacer 2:57 se lo dedico a mi hermano. Ha sido un buen año para mí y un gran año para él. Sin él, sin sus trucos y sus ganas de mejorar en cada detalle, tampoco esta aventura hubiese sido posible otro año más.

Y el año que viene? El año que viene, mi vida será distinta. Me encanta correr, me encanta entrenar y me encanta competir. Pero el sacrificio de tu pareja durante todos estos años es lo primero que hay que agradecer. Y son muchos años ya a mi lado, recorriendo ciudades lejos de España, haciéndome fotos y animando. Es un adiós? Ya veremos…

Parciales 5 k:
20:15
20:59
20:58
21:27
20:41
21:03
21:58
22:18

Parciales 10k
41:14
42:25
41:44
44:16

PD: aprovecho para contaros un incidente que sólo se quedó en anécdota. Con la ayuda del hombre del estanco que teníamos al lado de la casa en Viena, llamamos un taxi. Me dejé olvidada la mochila en el asiento trasero al salir del taxi ya en el aeropuerto. Después de contactar con el chico  que nos pidió el taxi (todo en inglés claro), me dio el teléfono de la central de taxis y la central contactó en tiempo record con el taxista que, dio la vuelta y llegó a tiempo para devolverme la mochila. Y no nos cobró nada extra. Sigue existiendo gente buena por ahí. Por eso es tan bonito viajar y conocer mundo.