martes, 14 de abril de 2015

Crónica Maraton de Viena 2015

El objetivo de la temporada, la maratón de primavera seleccionada este año era la Maratón de Viena. El 15 de Abril, era una fecha muy cercana a la que disputé en Rotterdam el año pasado. Los entrenamientos, las series y la prueba de esfuerzo apuntaban que estaba en condiciones de bajar mi anterior marca personal de 2:59:50 y volver a bajar de 3h. En mi cabeza, sabía que podía tener los 2:58. Pero había que ganárselo.

Como siempre pasa en los destinos de centro Europa, salvo Alemania, el vuelo es caro y escaso en plazas. Volamos con Iberia a media mañana. Como siempre, las camisetas a juego con el evento.

La equipación para el gran evento
Este año decidimos coger un apartamento y realizar las cenas y los desayunos en el apartamento. En Rotterdam fue una auténtica locura el buscar restaurantes de pasta por la noche. Nos terminamos acostando siempre tarde y cansados. El entrenamiento invisible en los días previos siempre es fundamental. Por tanto, este año, poco andar dando vueltas por la ciudad buscando restaurantes indefinidamente. Por la tarde, a partir de las 20h, ya en el apartamento relajados. El que seleccionamos fue a través la web airbnb y estaba en la calle Rosensteingasse. Un barrio a las afueras de Viena, pero que después se demostró que, con la red de tranvías, a tan sólo 10 minutos de la zona urbana. Resultó una zona excelente para descansar y relajarse. La propietaria, muy buena anfitriona, Annemarie Doubek, muy recomendable. La zona tiene varios supermercados muy similares a los que hay aquí en España donde se puede adquirir casi cualquier cosa de alimentación.

A la llegada al aeropuerto de Viena, teníamos dos opciones para llegar hasta la ciudad. En tren rápido o en taxi. El tren rápido, aunque no especialmente caro, nos obligaba a coger un otro metro y luego un tranvía hasta el apartamento. Siguiendo la doctrina del mínimo esfuerzo antes de la maratón, cogimos un taxi para seis personas que nos salió a 60€ el trayecto directo. Hicimos la reserva por esta web y todo fue rodado.

Durante todo el fin de semana nos hemos movido con un billete que duraba 72h y te podías montar en metro y tranvía en todas las zonas de Viena. Aquí encontraréis toda la información al respecto. Se vende en todos los estancos de Viena. Si no lo tenéis claro, no os preocupéis, porque allí todo el mundo habla inglés y os aconsejarán muy amablemente.

Ese mismo viernes nos quitamos de encima el tema del dorsal. Nos vamos a la Feria del corredor. Está al pegada de la estación de Kriau. La recogida del dorsal sin apenas espera y que te dan llevando el papel de la inscripción que te enviaron por correo electrónico. En ese papel te indican el número de dorsal. Tranquilo, si no lo tienes, puedes ir al mostrador de "Help Desk" y allí, con tu DNI, te buscan y te lo imprimen. Te dan la bolsa para el guardarropa, el chip y el dorsal. El resto son artículos varios de publicidad. En la feria lo de siempre. Grandes stands, esta vez, sí están todas las grandes marcas, a diferencia de las ferias de Rotterdam y Hamburgo. La ropa, salvo alguna de saldo, muy cara para mi gusto.

El sábado por la mañana fuimos a realizar nuestro rodaje de activación tradicional por un parque cercano llamado Sternwarte Park. Después nos fuimos a hacer un poco de turismo por la zona céntrica de Viena, por la Stephan Catedral. Muy cerca de allí está un restaurante italiano que nos costó encontrar pero que resultó todo un acierto. Trattoria Santo Estefano.

Después, las chicas se fueron a hacer turismo. Nosotros nos vamos a relajarnos al sol de primavera en el Schubert-Denmalk, un parque muy tranquilo. Ahí nos quedamos rotos casi 2h. Yo aprovecho para leer algo distinto del deporte. Es muy importante desconectar. Después nos fuimos a inspeccionar el último km de la maratón, camino de HeldenPlatz, donde está la meta. Mi hermano insiste que pica para arriba. Yo creo que no es apreciable y que en cualquier caso, como ahí ya se va a cuchillo, seguro que no es tan apreciable. Ya veremos si me equivoco.

La tarde la dedicamos a seguir relajándonos y a ver una película. La cena pronto y a preparar la mochila para el día siguiente. La carrera empieza a las 9 y hay que estar a punto.
Todo preparado el día anterior

Las principales características de esta maratón son:
Terreno: asfalto
Perfil: Los primeros 10km son un perfil de subida, leve, pero continua. Hasta el km 20 aproximadamente se suceden intervalos de subida y bajada. Después zonas de fuerte bajada pero sin exageraciones. Los últimos 2 km pican levemente para arriba. Durante todo el recorrido calles anchas y avenidas.
Posibles hándicaps: La primera parte es cuesta arriba. Son dos vueltas casi idénticas. Se pasa por muchas zonas de pasos elevados en puentes que son toboganes, que pueden hacer daño a largo plazo.
Condiciones climáticas: no hay casi viento. Entre 14 ºC y 16 ºC. Pese a ello no hay sensación de calor.
Hora de salida: 9 am
Participantes: este año terminaron la maratón 5513 personas.
Porcentaje sub 3h hombres: 4,11%
Cajones: hay 5 cajones. Te colocan de acuerdo al tiempo estimado que hayas declarado en la inscripción. El cajón 1 es el de menos de 3h. Delante de este está el cajón de la élite. El cajón 2 entre 3h y 3:30.  La salida se organiza en oleadas. La primera sale el cajón élite más el 1 y el 2. En el mismo cajón hay corredores que también van a correr la media maratón y la de relevos.
Avituallamientos: bien señalizados. Dan agua en vasos e isotónico. También algunos con fruta. En algunos a partir del km 25 (creo) dan geles.
Señalización de km: buena señalización. Clara y visible en carteles, no en arcos.
Mapa detallado: aquí
Perfil Maratón Viena
Baños: están todos situados a lo largo de la avenida que da acceso al puente donde están los cajones (no como en Rotterdam que estaban dentro de cada cajón). Como siempre mucha gente pero la espera parecía razonable.
Bolsa corredor: algún descuento en la feria del corredor y artículos de running de menor importancia. No dan camiseta.
Precio: 85€

Me levanto a las 6:50h y desayuno lo de siempre. Zumo, leche y tostadas. Nada de exhibiciones ni experimentos. Cogemos el tranvía a las 7:20h y luego el metro que nos lleva hasta la estación de la salida, Kaisermühlen. Todo muy rápido. Vamos sobrados de tiempo. Rápidamente vemos los cajones. Nosotros estamos en el bloque 1. Todos los que hayan certificado haber bajado de 3h. La salida se organizará en tres oleadas. La primera saldrá la élite, más el bloque 1 y 2. Todo está perfectamente organizado. Unos voluntarios miran si el dorsal tiene el bloque al que vas a entrar y accedes. En total hay 5 cajones, el último para aquellos que se vayan más allá de las 4h30'.
Buscamos nuestro camión para dejar las mochilas (porque la salida no está en el mismo lugar que la meta) y esperamos. Es importante destacar que hay que llevarse la bolsa que te dan cuando recoges el dorsal. En ella se meterá la mochila y tendrá por fuera tu número de dorsal. Sin ella no te admiten la mochila.
Nos tumbamos en el césped y hasta nos hacemos una foto.
Previa al momento más esperado
Nos cambiamos dándonos cuenta que va a hacer algo de calor. Ya se preveía. Cuando llevemos 1h de carrera estaremos en torno a los 16 ºC. Ni gota de viento. El sol, aunque está presente, no parece arrollador. Aun así, salimos con la camiseta de calentamiento y nos vamos de camino a los cajones. Hay muchos baños y la gente esperando pero, como vemos que hay gente que mea en una esquina, apuramos el tiempo y para adelante (España no es el único sitio donde se hace esto). De camino al cajón, se escucha "Aire" de Mecano (??). Alucino. Accedemos poco después al cajón sin problemas.
El calentamiento lo hacemos al otro lado de la valla del cajón. Suave y con progresivos. Estamos a punto. Accedemos al cajón de nuevo y nos colocamos. Faltan 15 minutos. Revisón de todo. Calcetines, medias compresoras, cordones, geles en su sitio... No estoy nervioso. Mi talismán, un chupete que enseñaré a mi futura hija, me guiará en los momentos duros, espero que sean más allá del km 35. Todo por lo que he entrenado termina. Desde Octubre 900 kms. Muchas horas de gimnasio. Muchas horas de obsesión con el descanso. Ha llegado mi momento.
Se abren los cajones y nos vamos para adelante y nos juntamos con la élite. Mi hermano me grita que tiene buenas sensaciones. Que va a ser un gran día. Nos abrazamos tratando de pasarnos toda la energía posible que un hermano se le puede pasar a otro antes de una prueba de este calibre.
Cuenta atrás y adelante!!!

Salgo tranquilo y sin agobios. La gente va suelta y hay espacio de sobra en el lado derecho del puente, donde estaba el cajón situado. Mi intención es marcar un primer buen parcial aprovechando que hasta el km 4 es leve bajada. El puente termina y da paso a una gran avenida.
El paso por el km 3, donde se juntan las dos hileras de corredores que iban separados desde la salida. Vemos a las chicas y la primera foto para el recuerdo. Saludo muy fácil. Las primeras sensaciones son muy buenas. Esta vez picaré el pulsómetro al paso por cada 5 km. De este modo, si hago 21’ o menos, iré en tiempo. Si hago más, estaré más justo. Es una buena manera de tener una situación completa de cómo vas, ya que hay kms más largos y otros más cortos.

Al paso por el km 3!!!
KM 5: 20:15. Excelente. Tal vez algo rápido. A 4:03 el km. He conseguido lo que quería, que era marcar un buen parcial. Hay que disfrutar. Luego seguro vendrán los malos parciales. A la postre, el mejor parcial de 5000 de la maratón.
Entre el km 5 y el 10 claramente la cosa sube. Pero sube tan poco que no te das ni cuenta. Entre medias se intercalan pasos elevados, que actúan como toboganes, y eso ayuda a confundir más. Las piernas no parece que se resientan, porque en realidad no tienes sensación de subida. Pero estar está.

KM 10: 41:14. Parcial de 20:59. Mi paso en Rotterdam en 2014 fue de 42:05. Este parcial más a ritmo de crucero, a 4:07. La cosa va bien. Claramente la subida se nota. Está claro que es la parte en la que hay que retenerse más y en la que hay que hacer los peores parciales si se hacen, porque estamos subiendo. Yo no me estoy reteniendo, pero tampoco estoy apretando en los toboganes.
Entre medias me saluda un español. Me comenta que tengo que llegar vivo a la Media Maratón. Después todo será más fácil. No hablamos demasiado. Él va a otro ritmo. Me adelanta y sigue su camino.

Paso por el km 10... muy fresco
KM 15: la primera mitad del gel muy cerca del paso del km 15. Parcial de 20:58 casi idéntico al anterior. Seguimos con un buen ritmo de crucero. Sigo con 1 minuto justo de diferencia respecto al tiempo de paso en Rotterdam. Voy entero. De pulso voy bien, algo por encima de la zona media de capacidad aeróbica pero es normal porque estoy subiendo constantemente. No me vuelvo loco, porque voy en tiempo. La proyección de tiempo en meta es totalmente disparatada de 2h55.
Camino del km 20 nos vamos a la zona más alejada del Ring y del centro de Viena. En el km 16 pasamos por el Palacio de Schönbrunn, cosa por supuesto, que ni me doy cuenta.

KM 20: paso de 1:23:39. 21:27 de último 5000. Se me ha ido este parcial claramente. Y tampoco sé por qué. El último 10.000 lo he hecho en 42:25. Es normal, porque es la parte donde más pica, pero tal vez algo exagerado con la pérdida. Con respecto a Rotterdam tengo menos de 1 minuto de diferencia. Este último 10k casi idéntico al que hice en Rotterdam.En ese momento no me preocupo. El pulso es ideal y me noto fuerte de piernas.

MEDIA MARATÓN: 1:28:04. Hago marca personal de paso en Media, en una Maratón, superando aquel paso estratosférico que marqué en Hamburgo en 2013. Podría hacer +2 en la segunda media y seguir haciendo 2:58. En un buen paso. No tan justo como en Rotterdam y a priori viene la mejor parte, de bajada.
Las chicas que siguen recorriéndose Viena a ritmo vertiginoso me hacen una foto al paso por la media. 

Cerca de la Media Maratón. Siguen las buenas sensaciones
Para este momento ya me doy cuenta que no hay un grupo claro. Entre la gente que está haciendo la Media y los relevos, no puedes enganchar un buen grupo con el que coger un buen ritmo. Es lo malo de que se junte todo el mundo en este tipo de eventos.

En el camino hacia el km 25 pasamos por el Rathaus de Viena, un impresionante edificio que hasta yo miré cosa que no suelo hacer. Mucha gente en esa zona. En realidad, mucha gente en todos lados. Muy parecido a Hamburgo. Y todos gritando y animando. Aunque yo en este tipo de pruebas voy muy concentrado y no me fijo demasiado, es cierto que se agradece.

KM 25: 20:41. Era razonable, gran parte era bajada. Hago el segundo mejor parcial de la maratón. En este momento tengo en mis manos 2 minutos por debajo de mi paso en Rotterdam. Empiezo a creerme que puedo bajar hasta de 2:58. No tengo sensación de ir mal, aunque es cierto que los kms se van notando, pero por ahora, todo está controlado. Sigo reteniéndome con el pulso, porque es pronto para cambiar a potencia aeróbica. Voy metiendo los tiempos como debería y no voy a arriesgar. Enganchamos la orilla del Danubio y volvemos a estar dentro de la zona más céntrica de Viena.

KM 30: llevamos desde el km 27 en una larga avenida (Hauptallee) muy monótona con una arboleda a lados. Es una recta de ida y vuelta, con un desvío hacia el estadio donde España ganó la Eurocopa. La zona es parecida a la casa de Campo. 21:03 el último 5000. Seguimos agarrando los parciales. Ahora ya en potencia aeróbica pero muy gradual, muy natural. Algo menos de 2 minutos por debajo de Rotterdam. Este último 10.000 en 41:44, muchísimo mejor que en Rotterdam. Lo mejor: me he plantado en el km 30 con una buena renta de tiempo. Lo peor: no voy tan fino. Las piernas comienzan a resentirse y no van nada frescas. Lo digo siempre. De nada vale lo bien que lo hayas hecho antes. Ahora empieza la verdadera maratón. Y hay que estar a la altura.
En el desvío hacia el km 31 me encuentro primero a un grupo de forofos españoles, con bufandas, gorros y banderas que enloquecen a mi paso y a la vuelta, Carmen y las chicas, que siguen brotando de cada esquina y se han ido al culo de Viena a hacerme una foto. Me recreo, sonrío y les digo que voy bien. Pero en realidad, estoy mintiendo.
Cerca del km 31, recibiendo los ánimos de los forofos españoles!
De frente saludando a las chicas
Enfilo de nuevo la recta de Hauptallee y de nuevo la monotonía. Intento enganchar a unos tíos que se ponen en paralelo a mí, pero rápidamente veo que me puedo fundir demasiado pronto. Me quedan 12 kms que se pueden hacer muy largos y lo peor, puedo perder todo lo ganado.
De camino me cruzo con mi hermano Jorge y le saludo y animo. Me hace un gesto con el dedo hacia abajo y le noto algo pinchado… mal asunto.
Giro al borde del km 33 por una glorieta y veo que hay una alfombra de control. Bien hecho. Para que no se cambien de carril los de ida por los de vuelta.
Recuerdo esos kms muy muy largos. Y muy lentos. No me adaptaba al ritmo de crucero y notaba que el agarrotamiento en las piernas avanzaba a pasos agigantados. Sabía que estaba muy lejos del bloqueo muscular y que tenía gasolina aún, pero no creía que las piernas me respondiesen como debían. Comienzo a calcular mi paso por el km 34 qué parcial voy a hacer y no pinta nada bien.

KM 35: 21:58. A 4:24. Petada. Hasta el momento, el peor parcial de 5000 de la maratón. Y peor que el realizado en Rotterdam en 2014. Voy pinchado completamente. Sin ritmo y sin buenas sensaciones. La mente va clara. No soy capaz de engancharme con nadie y noto que me adelanta mucha gente. Lo bueno, que aún tengo 2 minutos de ventaja respecto a Rotterdam. Sigo creyéndome que puedo bajar de 2:58. Pero viene lo peor porque ahora comenzará a picar hacia arriba. Voy a enfilar los kms ya recorridos entre el km 6 al 11, que eran subida. Siguiendo el Ring. Esto puede ser un desastre. Si sigo perdiendo tiempo a este ritmo, puede que no haga ni siquiera 2:58.
De nuevo los toboganes en los pasos elevados. Intento subirlos con potencia pero la frescura se acabó. Me queda medio gel y me lo meto para el cuerpo para tratar de salvar los barcos. Estoy muy agarrotado. Intento buscar referencias de gente delante y poco a poco, las voy adelantando. Pero es que ellos van rotos. Yo voy algo mejor pero mal.

KM 40: 22:18. Explosión. He perdido casi un minuto respecto a Rotterdam en sólo 5 kms. No hace falta ser ingeniero para saber que estoy muy pelado para hacer 2:58. Intento buscar la postura y ponerme a tope, pero las piernas no responden. Voy a 4 pulsaciones del umbral. En el último 10.000 he hecho 44:16 que es muchísimo. 
Enfilo la larga recta que me dará acceso a la meta, situada en la HeldenPlatz (la Plaza de los Héroes). En el suelo con cuidado los raíles del tranvía. Voy a muerte pero pinchado. Unas animadoras en el lado derecho y casi me doy con sus pompones. Aprovecho para coger el chupete del portadorsal y agarrarlo con la mano, para llegar a meta con él. Vamos, vamos, ayúdame!! Sólo un poco más!!
Ya veo cómo gira la gente hacia la meta, veo que me quedan 300 metros, miro el reloj, 2:58 largos… se me fue… se me fueron los 2:58. De lejos escucho “Rober vamos!!” pero no localizo la cara… será Carmen claro!!! Paso por debajo de los arcos de la plaza y trato de relajarme. De disfrutar. Ni esprintar ni nada. Piso la alfombra azul y la llegada es espectacular. Muy parecida a la de Praga. Me pongo el chupete en la boca, brazos en cruz y cruzo… 2:59:19.

A fondo, a falta de 195 metros
Recta de meta
Disfrutando
Me paro a un lado y saludo a unos españoles. Nos damos la enhorabuena. Estoy incomprensiblemente contento. Pese a haber perdido todo mi rédito al final, estoy contento. Yo creo que me duró esa efusividad de haber tenido en mis manos el 2:57 y me llegó hasta el final.
Voy caminando en busca de agua. Me ponen la medalla y me hago una foto. Me pongo un plástico de la organización para no coger frío. El avituallamiento al final. Hay hasta cerveza sin alcohol. Algo de fruta pero no tan espectacular como la llegada de Hamburgo.
Con la medalla!!
Voy de camino a recoger la mochila, en la zona de la avenida por donde entras a meta. Una chica me dice que aún no puedo cruzar, que tengo que rodear todo el parque… madre mía!!! De pronto abren las barreras y dejan pasar a los corredores. Me meto. No tengo claro dónde están los camiones con las mochilas y me lo indican unos voluntarios. Está todo bastante mal indicado.
Al llegar, mi sobrina Patricia me abraza y me agacho para darle un abrazo. Luego llega Carmen y la agarro de la barriga de cuclillas. Ese momento es inolvidable. Se te queda grabado para siempre. Por eso merece la pena todo esto. Toda esta paliza.

Más adelante mi hermano y yo nos damos ese abrazo sincero que sólo te puede dar una persona que ha pasado lo mismo que tú. Ese día y toda la temporada. Me dice que ha hecho 2:52. Los dos volvemos a mejorar nuestras mejores marcas. Estamos muy contentos.
La foto de los campeones
Cogemos el metro de vuelta. En el camino, nos encontramos a los forofos españoles que ya conocen a Carmen. Sus héroes han hecho 2:47 y 2:59. Muy bien dejando el pabellón muy alto.

Por la tarde, muy doloridos y bajando las escaleras, nos vamos a hacer un poco de turismo por Viena y por la noche, a un sitio típico de allí a celebrarlo.

Analizando la maratón, como siempre, hay que estar contento por bajar mi MMP. Aunque sea por unos segundos. Está claro que sufrí un agarrotamiento a partir del km 30 que me hizo perder 2 minutos de mi renta. Pasé la 1ª media en 1:28:04 y la 2ª en 1:31:14, lo que es hacer +3’. No doblar, como casi hice en Rotterdam siempre es un signo de que no se ha hecho una maratón redonda. Pero es cierto que el perfil tan bondadoso de Rotterdam no es el de Viena. Siendo sinceros, creo que hacer +2’ podía haber sido razonable. Con eso, tendría los 2:58. Pero la realidad es que no los tengo. Y eso es lo que vale. Sin excusas. Falta de volumen? Esto es algo que tendré que analizar con mi hermano para la siguiente temporada. No se puede saber si ese fue el motivo, o simplemente que no somos máquinas, ni calculadoras. Lo he dicho muchas veces. Esto es lo bonito de esta prueba.
Lo importante es disfrutar de la marca que se ha hecho, no de la que podrías haber hecho. Si no lo haces así, te conviertes en un alma en pena que busca excusas y consuelo por las esquinas.

Desde aquí agradezco otro año más, a mi mujer, que me apoya, que me ayuda y que me sonríe siempre que llego de un entreno, agobiado porque no me da tiempo a todo. Sin ella, sin su forma de ver la vida, nada sería igual.
Los grandes parciales del principio y ese sueño que tuve por unos kilómetros de hacer 2:57 se lo dedico a mi hermano. Ha sido un buen año para mí y un gran año para él. Sin él, sin sus trucos y sus ganas de mejorar en cada detalle, tampoco esta aventura hubiese sido posible otro año más.

Y el año que viene? El año que viene, mi vida será distinta. Me encanta correr, me encanta entrenar y me encanta competir. Pero el sacrificio de tu pareja durante todos estos años es lo primero que hay que agradecer. Y son muchos años ya a mi lado, recorriendo ciudades lejos de España, haciéndome fotos y animando. Es un adiós? Ya veremos…

Parciales 5 k:
20:15
20:59
20:58
21:27
20:41
21:03
21:58
22:18

Parciales 10k
41:14
42:25
41:44
44:16

PD: aprovecho para contaros un incidente que sólo se quedó en anécdota. Con la ayuda del hombre del estanco que teníamos al lado de la casa en Viena, llamamos un taxi. Me dejé olvidada la mochila en el asiento trasero al salir del taxi ya en el aeropuerto. Después de contactar con el chico  que nos pidió el taxi (todo en inglés claro), me dio el teléfono de la central de taxis y la central contactó en tiempo record con el taxista que, dio la vuelta y llegó a tiempo para devolverme la mochila. Y no nos cobró nada extra. Sigue existiendo gente buena por ahí. Por eso es tan bonito viajar y conocer mundo.

domingo, 22 de marzo de 2015

Media Maratón Cervantina 2015

De nuevo otro año más me presento a la que es, para mi, la media maratón con el perfil más favorable de la Comunidad de Madrid.
Esta vez llego no me complico la vida y decido ir directamente a la zona del antiguo recinto ferial de Alcalá de Henares donde la organización asegura que habrá aparcamiento de sobra. Y no se equivoca. Caminando tranquilamente llegamos en apenas 10 minutos a la zona de la salida, en la Plaza Cervantes.
Calentamiento previo de rigor y pronto a la zona de salida. Mi hermano y yo nos ponemos en la 3ª línea de salida. Aquí sí que parece que la gente suele respetar las posiciones porque todos los de mi alrededor se ven "finos".
La expectativa es la más alta. Asaltar la marca del año pasado en este mismo circuito que es también mi mejor marca personal. 1:22:51. Hay que rodar a 3:56 el km como mínimo. Los entrenos más exigentes que el año pasado dan previsión de que esto es claramente posible. Además, como expliqué en "Cambios en la rutina de entrenamiento" llego más descansado y relajado. No se me puede escapar.
La salida fulgurante y a coger ritmo alto. El primer km cae a 4 pelao. La cosa va bien. Además, las ese primer km es cuesta arriba ligeramente. Coincidirá con del 10 al 11.
Pero los siguientes confirman una sensación que llevo teniendo desde hace tiempo. No voy rápido. Voy suelto pero no rápido. Miro el pulso y voy en la zona media de la capacidad aeróbica. En donde tengo que estar en los primeros 10 km de una media maratón. Y los parciales no salen: 4:08, 4:05, 4:04... ni uno por debajo de 4!!! Pero qué está pasando aquí!!! Me empiezo a temer lo peor. No me encuentro cansado y la temperatura es ideal. Pero qué me pasa??? Esto es algo que ya veía puesto que me ha adelantado mucha gente. El parcial de 5km confirma lo que ya suponía. 20:23. Mirando mi chuleta del pulsómetro veo que voy casi un minuto de retraso respecto al año pasado (año pasado 19:27). Está claro que ahí que echarle pelotas y arriesgar. He perdido 1 minuto en 5km. Es un desastre.
Me fijo el objetivo de cambiar a potencia aeróbica en el km 7. Nunca me he visto en la necesidad de cambiar antes del km 10. Siempre hay una primera vez para todo. Ya lo había hablado con mi hermano en alguna ocasión y era momento de aplicarlo.
Los siguientes km no hacen más que hundir más los parciales alguno por encima de 4:10. Con el cambio a potencia noto una ligera mejoría pero sin conseguir moverme por debajo de 4 el km. 4:03, 4:01... y llego al fin de la primera vuelta por el km 10 que hago en 40:56. El año pasado lo hice en 39:24. Sigo perdiendo tiempo pese a cambiar de pulso. El último parcial de 5km en 20:33 incluso más lento que el primero!!!
Yo siempre había creído que, si alguna vez cambiaba, lo iba a notar en la velocidad. Pero esto no son matemáticas y ese día las cosas no salen. A partir de ese momento trato de salvar la carrera y sufrir todo lo que pueda. Me olvido del pulso y voy a lo que dé.
Paso por el km 10 justo después de tomar la 1ª mitad del gel
De repente, a partir del km 12 (del km 1 al 2 y del 10 al 12 son los km más complicados por estar algo cuesta arriba), empiezo a meter los parciales por debajo de 4. No con claridad pero están. Y empiezo a adelantar a mucha gente. El km 15 lo paso en 1:00:57, claramente por encima de la hora y sigo perdiendo mucho respecto al año pasado en el que la exhibición fue descomunal en el segundo 10.000 (haciéndolo en negativo). El último parcial de 5k en 20:01, que da a entender que he acelerado pero aún no voy por debajo de 4. Me olvido de la chuleta y voy a lo que dé.
Paso por el km 20 a fondo
Sigo adelantando a muchísima gente con parciales por debajo de 4 y paso el km 20 en 1:20:50, haciendo ese último 5k en 19:53. Sigo acelerando y confirmo claramente mi remontada. Después en la clasificación veré que he adelantado a 43 personas. Algo espectacular. Pero claro, es que iba muy despacio.
En los últimos giros previos a meta paso a la 3ª chica y la animo diciendo "vamos campeona!!". Mi hermano
que ya ha llegado me grita "vamos vamos!!!" Recta de meta y llego en 1:25:18.
Ya en meta. La cara de la decepción
Desde que termino no hago más que preguntarme qué ha pasado. No he descansado lo suficiente? No me he hidratado lo suficiente? Estaba en la línea de salida en disposición de hacer marca personal y me he quedado a más de 2 minutos. Y no hay excusa. Mi hermano, que es lo único bueno que tiene el día, mejora su marca personal en casi 2 minutos dejándola en unos ilusionantes 1:20:32.
Un completo desastre. Una decepción. Un palo en el camino a Viena. Se supone que este año debo de confirmar todas mis marcas y esta media maratón es un indicador de lo que será la Maratón de Viena. La sensación de decepción es implacable. Menos mal que está mi mujer ahí para aplacar esa sensación de tristeza y soledad.
Después de analizar la carrera con detalle llego a una conclusión: no somos máquinas. No somos perfectos y ya está. Muchas veces las cosas ocurren y no tienen más explicación. La frase que tantas veces he leído en twitter a los atletas profesionales "he tenido un mal día" cobra sentido. Ha sido eso, un mal día. Aún así, la sensación agria de no conseguir por lo que has entrenado tanto, no se va así como así.
Me quedo con volver a hacer una media maratón en negativo y a adelantar en el segundo 10.000 a 43 personas. El resto es historia.

General: 128/1070.
Hombres: 124/969
Categoría: 26/242

PARCIALES 10.000:
40:56
39:54

PARCIALES 5000
20:23
20:33
20:01
19:53

domingo, 15 de marzo de 2015

Cambios en la rutina de entrenamiento

La temporada anterior se caracterizó sobre todo por dos aspectos negativos: la falta de tiempo y la escasez de descanso. Cuando comencé este año quería hacer cambios radicales en ese sentido. El objetivo era realizar un entrenamiento más completo, más concentrado y ampliar la rutina de descanso.

Tiempo disponible – Tiempo de entrenamiento
Desde hace años los rodajes de más de 50 minutos los hacía en una zona cerca de la Dehesa Boyal en San Sebastián de los Reyes. Es una pista de tierra ideal, iluminada para las tardes de invierno y con un perfil variable pero no muy exigente. El problema es que entre llegar al sitio, cambiarme en el coche, cambiarme de nuevo y volver me llevaba más de una hora. Una hora que empleaba en tiempo que no era correr. A eso había que sumarle rodajes de, por ejemplo, 1h20’. Lo que suponía que estaba 2h20’ entrenando y a eso había que añadir el tiempo de abdominales, estirar y ducharse. Tres horas? Pues eso.
Me busqué una zona cercana a mi domicilio, que fuese de tierra. Era un monte. De esta manera iría y volvería corriendo. Esto hacía que los primeros 8’ de calentamiento los pasaba en una zona asfaltada hasta llegar al monte. La vuelta tardaría unos 9’ y coincidiría con el enfriamiento. Había eliminado el tiempo basura de desplazamiento. El problema: no era un circuito iluminado. Por tanto, en invierno a partir de las 18h de la tarde, no se veía. Me compré este foco en Decathlon (como veis no es tope de gama, ni falta que me hizo). He corrido perfectamente las tardes de invierno por un bosque sin ninguna iluminación.

Descanso
El año pasado solía acostarme muy tarde y dormir de 6 a 6:30 horas. Cuando comenzó el aumento de volumen me resentí y me encontraba todo el día cansado. Esta temporada he cambiado los hábitos de cena, cenando menos cantidad de comida y más pronto. Eso me permitía acostándome también más pronto. El objetivo era dormir una media de 7h30’- 8h. Conseguido.

Orden
Me di cuenta que desperdiciaba mucho tiempo en facebook, whatsapp, twitter, etc. No tenía diferentes espacios de tiempo claramente diferenciados. Mientras veía la TV, estaba con el móvil o mientras cenaba, miraba el whatsapp. Solución: desde el momento que salgo a entrenar, prácticamente me desconecto del móvil. Sólo atiendo lo más urgente. Antes de la cena, desconecto completamente el wifi/3G del móvil. Ni whatsapp ni nada. Cambio mis hábitos y me dedico más a llamar a gente que a escribirla.
Además, reduzco al mínimo el grupo de personas con las que quedo. Soy una persona con muchos grupos de sociales y tenía prácticamente todos los fines de semana ocupados con planes y siempre con grupos distintos. Ni yo lo apreciaba ni ellos tampoco. A la gente que de verdad le importas, tus aficiones las comprende. Eso sí, hay que explicárselas abiertamente y con sinceridad, exponiendo cuáles son tus prioridades.

Alimentación
Nunca he llevado una disciplina de alimentación ni dietas en las temporadas de entrenamiento. No era una persona desordenada con las comidas ni comía mierdas, pero se podía mejorar. Este año quería cambiar un poco los hábitos y comprobar si perdía grasa y peso. Pero tampoco estaba dispuesto a hacer grandes sacrificios. En el trabajo, que es donde como, simplemente comiendo tan solo un plato principal y una ensalada (en lugar de dos platos como siempre), se ha notado el cambio. El año pasado marqué en báscula en la prueba de esfuerzo 69,8 kg con 7,6% de grasa. Este año 69,4 kg con un 7,1% de grasa. No parece que sea un gran avance en peso, pero la reducción del porcentaje de grasa sí es apreciable. Y eso tan solo con ese gesto de comer menos cantidad en las comidas.
El desayuno no lo he cambiado. Tostadas con leche. A mitad de mañana tomo una pieza de fruta como siempre. Yo suelo comer entre 12:30h y las 13h lo que hace que cuando me pongo a correr (como pronto a las 18h) a veces tenga hambre. Este año he probado a comerme una barrita antes de correr y listo. Y eso sólo en ocasiones. Después de entrenar, para aguantar antes de la cena y no ponerme a picar mierdas, como algunas nueces, avellanas, almendras, etc. En la cena no he cambiado nada.

Hidratación
Este siempre ha sido mi punto débil. Intento beber todo lo que puedo durante el día, pero me es imposible beber más de un litro y poco. Lo he intentado cambiar pero en esto, no lo he conseguido.

Dedos en garra
Siempre he tenido tendencia a perder las uñas a final de temporada. Es un tema para el que, pese a tener la talla adecuada de zapatillas, no encontraba solución. Este año me he comprado las zapatillas en el Bikila de Las Rozas. Allí me atendió Ricardo Castaño, un atleta que llegó a ser campeón de España de Maratón. Un tío muy bueno. Al contarle mi problema con las uñas, me dio uno de los consejos más valiosos desde que empecé en 2010. Decía que lo que me pasaba era que ponía los dedos en garra de manera refleja. Eso provocaba que las yemas de los dedos rozasen con la plantilla y, después de muchos pasos, se terminaba separando la uña del dedo. La solución que me propuso fue muy sencilla. Una almodadilla para dedos en garra. De este modo, los dedos no se flexionan de manera automática y no rozan las yemas. En la maratón de Hamburgo perdí tres uñas. Este año, al término de la maratón, sólo he perdido una y es la más pequeña que no tiene importancia.
Almohadilla para dedos en garra
En conclusión, cambiar algunas cosas de vez en cuando en la vida es siempre positivo. Hay que experimentar nuevas rutinas para seguir mejorando.

lunes, 23 de febrero de 2015

Análisis de campo Polar M400

En el mes de Diciembre de 2014 decidí jubilar mi antiguo y gran pulsómetro Polar S610i y comprar el nuevo Polar M400. Me decidí por continuar con Polar ya que tengo muy bien asimilados sus métodos de visualización y el concepto de entrenamiento y soy una persona fiel a una marca cuando algo funciona. Además, el Polar M400 es la gama previa (200€ más barata) al V800, demasiado caro para mí, que tan solo me dedico a la carrera a pie y no a la triatlón donde le podría sacar más partido. El precio incluyendo la banda de pulso son 200€.
Por internet tenéis muchos análisis de sus características, funcionalidades, etc. Yo prefiero hablar de cómo responde este pulsómetro en una prueba de campo, como responde en un entreno o una competición. Me centraré en eso principalmente. No hablaré por ejemplo, de la conexión con el Smartphone, que no he usado (yo entreno sin móvil) o las diferentes configuraciones que se pueden establecer mediante la web Polar Flow. Este análisis está orientado a una persona que quiera sacar el máximo partido a un pulsómetro, no sólo viendo las pulsaciones, si no explotándolo en series, recuperaciones, cambios de ritmo, etc.

Registro de Actividad 24/7
Esto es un seguimiento de la actividad física que una persona hace a lo largo del día. Es algo nuevo en Polar, orientado a la tendencia creciente de las pulseras de actividad. Lo primero, para sacar provecho a esta funcionalidad, hay que llevar el pulsómetro todo el día puesto, cosa lógica por otro lado. Aunque es un reloj atractivo sobre la muñeca, a mí siempre me ha resultado molesto llevarlo encima y prefiero sólo llevarlo cuando entreno. Por tanto, de esta función no puedo hablar mucho. Puede resultar interesante incluso para dormir, porque en teoría te registra la placidez del sueño.

GPS
A nivel de GPS, también algo en parte novedoso, destaco su rapidez de sincronización con los satélites, aunque es cierto que tienes que estar con el brazo muy quieto. Dependiendo del día, sin moverste, puede tardar entre 1’ y 3’. Su precisión es buena, desviándose sobre un circuito medido tanto en asfalto como en tierra, un mínimo de 500 metros y un máximo de 700 cada 10 km. Esto lo he comprobado en mi circuito de entrenamiento y en una competición oficial homologada por la RFEA. No he utilizado la funcionalidad de los laps automáticos por km, ya que tengo mis referencias de km en mis circuitos medidos con bicicleta y me fío más de estos. El ritmo que te marca el receptor (tanto instantáneo como acumulado), al desviarse algunos metros cada km, puede variar bastante del real. Para hacerte una idea está bien, pero no hay que seguirlo a pies juntillas. Como aproximación, he podido comprobar que la desviación a ritmos de 3:45 ó 3:50 puede ser de hasta 15 segundos (lo que podría darnos un ritmo en torno a 4:00). La desviación a ritmos de 4:10 es menor, en torno a 10 segundos (lo que podría darnos un ritmo en torno a 4:20).
Se aprecia que la altitud mostrada por el dispositivo no es para nada fiable. Pero esto ya se suponía, al no medir la altura barométrica, sólo por GPS.

Vistas de entrenamiento del receptor pulsera
Como en anteriores modelos Polar, desde la web Polar Flow puedes configurar todas las pantallas que quieras que aparezcan durante el entrenamiento. Eso sí, hay algunas por defecto que Polar no deja eliminar (como la vista con el tiempo en las diferentes zonas de FC). Durante el entreno, la visibilidad del receptor es bastante buena tanto de día como de noche (con luz activada). Los números y FC son visibles claramente en cualquier condición.
Un claro inconveniente es la vista que se crea cuando se pulsa un lap. En antiguos modelos, cuando se pulsaba un lap, aparecía un resumen de FC med, FC máx, tiempo de lap, ritmo medio, etc. Aquí es lo mismo, pero se echa mucho en falta que se muestre en esa vista el tiempo acumulado hasta ese momento. Hay que esperar a que desaparezca esta vista para conocer cuál es el tiempo acumulado, y ya han pasado unos 10 segundos desde que pulsaste el lap. No entiendo como Polar no ha incluido esta función tan básica en este nuevo modelo.

Sincronización web Polar Flow
La sincronización con el PC se hace a través de Polar Flow y todos los datos se suben a esa web. Destaco la facilidad para conectar el receptor, mediante un conector en la parte inferior del reloj y un cable USB al PC. A su vez, cualquier cambio en las vistas de entrenamiento, configuración de diario entrenamiento, zonas de FC, etc. se realiza a través de Polar Flow y se envía en cada conexión al receptor.
Además, desde unas semanas, es posible descargar un archivo .csv (excel) que nos permitirá tener todo el registro detallado (con un muestreo máximo de 1s, que está muy bien) de todas las variables, y así poder consultar tiempos de recuperación (por ejemplo), que mediante la gráfica disponible en la web es complicado. Además, es posible descargar los datos en formato .tcx y la ruta en formato .gpx.
Muy buena la vista del camino recorrido en un mapa tipo google maps.

Vistas post-entrenamiento
Una de las cosas que me gusta analizar después de cada competición es los pasos de cada lap. En el resumen que puedes consultar desde el receptor, puedes ver los pasos de cada lap, con sus FC med y máx, pero no puedes consultar el paso del tiempo acumulado. Esto es muy útil para consultar, por ejemplo, el paso por el km 5, el km 10, etc. Tengo que decir que, estos datos, están disponibles en Polar Flow, una vez se ha sincronizado el receptor de pulsera.

Configuración de entrenamientos por intervalos
Desde Polar Flow, se pueden configurar fácilmente todos los intervalos, repeticiones, etc. de cada entrenamiento. Por ejemplo, un entrenamiento de 50’, con 2x(5’ en zona 2 + 5’ en zona 3). La respuesta en el pulsómetro es muy buena durante el ejercicio, mostrando muy claramente la fase del entrenamiento en la que vas (calentamiento, trabajo, enfriamiento). Pero como siempre, algo se ha vuelto a dejar Polar en el tintero. Cuando se sincroniza el resultado del entrenamiento y se pasa a la web, en la web sólo son visibles los laps automáticos o manuales de ese entrenamiento. Se pierden las fases que has realizado en ese entrenamiento (calentamiento, trabajo, enfriamiento) así como las diferentes repeticiones de cada fase. Esto es algo que ya he comunicado a Polar vía web y que, amablemente, me han respondido que están tratando de mejorar el producto e irán incluyendo más funcionalidades a lo largo del 2015. Por ahora, sólo veo actualizaciones orientadas a mejorar la sincronización con smartphones… seguiré esperando.
Aprovecho para comentar que el servicio de asistencia web de Polar es muy bueno, te responden muy rápido y la calidad de la respuesta es muy alta.

Conclusiones
En parte, Polar me ha decepcionado con este pulsómetro. Y me duele decirlo, de veras. Hasta ahora había sido una marca intachable y la defendía a capa y espada. Es cierto que necesitaba renovar el antiguo pulsómetro y que esta opción era la más adecuada para mi presupuesto. Hasta ahora, había sido una marca muy orientada a la especialización del atleta y el entrenamiento. Un pulsómetro de 200€ como es el Polar M400, tiene que dar respuesta a aquellos atletas populares que entrenan con cierto nivel y que requieren entrenamientos especiales basados en repeticiones, tiempos, etc. Creo que Polar ha dejado de lado esta funcionalidad y ha empleado más esfuerzo en mejorar su conexión vía smartphones, GPS, registro de actividad diaria, etc. funcionalidades que, aunque interesantes, para un atleta popular que se gasta 200€ en un pulsómetro, tal vez no sean tan necesarias o por lo menos, no las más importantes. Tiene que mejorar bastante en la forma de mostrar los resultados en la web y orientarlo mejor para visualizar recuperaciones, zonas de trabajo intensivo, etc.
Me queda un sabor agridulce. En general, podría decir que es un buen pulsómetro, pero no ha cumplido con mis expectativas... tal vez era algo ambicioso? Tal vez...
Aquí os dejo también dos análisis muy completos que también me han gustado:
https://www.correrunamaraton.com/prueba-polar-m400/
http://www.labolsadelcorredor.com/reloj-gps-polar-m400-prueba-analisis-y-algunas-opiniones/