KM 28: he empeorado muchísimo y ahora sí que voy
muy tocado. Sin dolor concreto pero sin pegada. Sin energías. Ha llegado el
muro. Viene para rendir cuentas. Braulio ha llegado para hacerme ver que la
maratón no es un juego y que pasar la media en 1h28’ tiene un precio. Y voy a
tener que pagarlo a partir de ahora. Seguramente en ese km no sería la
transición característica del muro, es decir, que mi “combustible” pasase de
ser carbohidratos con mucha energía (seguramente al límite de agotarse) a que
el combustible fuese grasas, con mucha menos. Seguramente sería más adelante.
Pero la fatiga muscular es enorme y me deja sin fuerzas a cada km que avanzo.
Es brutal. Y lo peor es que no me adapto. Físicamente como por arte de magia
sí, pero mentalmente comienzo a sufrir una degradación que se convertirá en un
infierno km a km.
KM 30: no encuentro ningún entretenimiento con nada
y me agobio muchísimo. Ni siquiera hago demasiado casi a mi chuleta de tiempos
del pulsómetro. Aún hoy sigo sin saber por qué me agobiaba. En ese momento
estaba casi 12 minutos por debajo de mi marca en Praga y había completado un
parcial nada reseñable de 22:01 en el último 5k. Pero no soy capaz de ver todo
lo que he conseguido y sólo me agobio. A partir de este momento, los recuerdos
que tengo son muy difusos y no soy capaz de centrarlos en puntos kilométricos
ni tiempo.
En los avituallamientos trato de beber tanto agua
como isotónico frenando todo lo que sea necesario. Trato de distraer mi
atención con algo y veo la línea azul que marca la distancia mínima del
recorrido. Empiezo a entretenerme contando el número de líneas intentando que
pase el tiempo. Todos los kms se me van por encima de 4:30. Me pregunto por qué
estoy así y qué he hecho mal. A posteriori, analizando la carrera con mi
hermano hemos llegado a una conclusión: el tiempo que entrené con los nuevos
límites de capacidad fue apenas de 20 días. Mis pulmones estaban preparados
para aguantar 42,195, pero mis piernas no. Mientras en el asfalto, sigo sin
darme cuenta que voy haciendo un marcón, porque no soy capaz de asimilar el
sufrimiento y el agobio por querer terminar ya. En ese momento mentalmente
empiezo a prepararme para que me adelante el globo de las 3 h. Aquel globo que
adelanté en el km 5. No hago más que repetirme: “no te mereces las 3h, esa no
es tu marca”. Mientras tanto, me empieza a adelantar mucha mucha gente...
Me molesta todo: la gente, los gritos, la música...
Voy por el centro de la calzada siguiendo la línea azul. Me tiro por encima los
vasos de los avituallamientos. No coordino.
KM 35: último parcial de 22:41. El globo de las 3h me adelanta junto con un gran grupo de gente. No me desmoralizo porque ya estaba preparado. Yo sigo a lo mío, mirando al suelo y aislándome de todo. Cuando llega el avituallamiento, me meto todo el gel que me queda, al contrario de lo que hice en Praga, que me dejé medio sin tomar. Necesito toda la gasolina posible. El reloj en cada km sigue sin avanzar. En un par de ocasiones pienso que estoy en un km y resulta que aún no he llegado a él. Estoy completamente desorientado.
Km 37 - Mi cara no refleja la realidad de mi cuerpo y mente, es decir, harina |
KM 40: ya sé que llegaré porque llevo 12 kms sufriendo este calvario mental y está hecho. Hay una cuesta bastante fuerte que sube al parque y que me termina de machacar. Este último parcial se me ha ido a unos larguísimos 23:27. Estoy machado y sólo puedo malvivir por el asfalto. En el km 37, Carmen y Sonia se han vuelto a multiplicar por Hamburgo. Me animan y me hacen una foto, pero esta vez no las he podido ver, aunque sí oír.
Recta de meta - Aquí sí se ve que me había pasado un autobús llamado Braulio |
Más recta de meta - Disfrutando |
Siento la meta muy cerca... los lados son todo vallas y el ruido es ensordecedor... veo la alfombra roja al fondo y trato de disfrutar. De nuevo Carmen y Sonia animando esta vez desde las gradas (qué palizón se dieron!!). Miro al cielo, veo la torre de televisión, veo el arco de meta, veo los 3:04, pero ni siquiera siento felicidad... sólo alivio. Abro los brazos y por fin termina este calvario!!!! 3:04:03.
Meta - Toma joder, toma!!!! |
Nada más cruzar la meta me paro. Nunca he estado tan mal. Sí, estoy muy feliz porque todo ha terminado, pero estoy hecho una mierda. Me encuentro a Elena Ugena que ha hecho su marca y me dice que mi hermano ha llegado. Rápidamente unos voluntarios me ofrecen agua. Busco también isotónico pero tengo que entrar en el pabellón. Camino como un borracho, sin poder mantener una línea recta. Entrega de medalla y al pabellón, donde están todas las mesas con toda clase de alimentos, isotónicos y agua (sandía, manzana, naranja, uvas, barritas de chocolate, etc.). Me encuentro con un alemán que me felicita y también con un extremeño. Hablamos algo pero ya no me acuerdo. Mi hermano está de frente y nos abrazamos. Él también ha vuelto a bajar y ya tiene sus 2h53’. Como lo que puedo y me apetece, pero con cabeza. El ropero con la bolsa funciona a la perfección y me la dan rápidamente. Mi hermano me ayuda a quitarme los cordones, porque no puedo. En ese momento me derrumbo y empiezo a llorar. Le digo que lo he pasado muy mal y que pensaba que no llegaba. “El dolor dura un rato, pero tu marca es para siempre!!!” me dice. Psicológicamente estoy machacado. He pasado un calvario enorme y tardaré varias horas en volver totalmente a la realidad.
A la salida del pabellón como dos héroes nos esperan las verdaderas heroínas de Hamburgo. Carmen y Sonia. Abrazo a Carmen y de nuevo, otra llorera. No estoy disfrutando nada la marca porque sólo quería que terminase... “sólo quería que terminase” le susurro a Carmen.
A la salida del pabellón como dos héroes nos esperan las verdaderas heroínas de Hamburgo. Carmen y Sonia. Abrazo a Carmen y de nuevo, otra llorera. No estoy disfrutando nada la marca porque sólo quería que terminase... “sólo quería que terminase” le susurro a Carmen.
3:04:03 en mi 2ª Maratón. El 10º español de 39 que llegaron a meta. El 476 de 11.450 de la general y el 450 de 9008 hombres. En mi categoría el 80 de 1.023. Marca personal en Media Maratón de 1h28’ haciendo la 2ª media en +7:42 (una verdadera explosión). 11 minutos de mejora respecto a Praga.
Días después me quitarán una uña y otras dos las perderé con el tiempo. Tardaré en recuperarme casi 5 días. En mi mente quedarán esos últimos 14 kms de sufrimiento. He sido afortunado porque ha servido para hacer un marcón. Otros no tuvieron tanta suerte y no sirvió de nada... todo se quedó en el asfalto. Ya sé lo que es sufrir en una maratón. Nada a partir de ahora será igual.
Carmen, GRACIAS un año más por dejar que entrene como un profesional y que disfrute de la Maratón como un privilegiado. Nadie te podrá igualar jamás. Las lesiones además me han respetado mucho, pero es verdad que sin su apoyo, toda esta aventura no hubiera sido posible. Si los que leéis esto tenéis la suerte de tener a una persona igual, os doy la enhorabuena.
Jorge, hermano, GRACIAS por hacer de esto un proyecto profesional y deportivo y, sobre todo, por tomarte mi entrenamiento con la misma ilusión con la que yo lo hago. Mucho tienes que ver en esos 11 minutos de mejora, lo sabes bien.
Si hallamos algo por lo que merece la pena vivir, hasta el peor de los sufrimientos es soportable. Es la esencia del ser humano, la PASIÓN.
PARCIALES:
KM 0-5 --> 21:16
KM 5-10 --> 20:53
KM 10-15 --> 20:36
KM 15-20 --> 20:59
KM 20-25 --> 21:23
KM 25-30 --> 22:01
KM 30-35 --> 22:41
KM 35-40 --> 23:57