La temperatura ronda los 8º y casi no hay viento. Decido correr en corto abajo (como siempre) y manga corta arriba. Muy bien organizada la recogida del dorsal en la que no espero ni 10 segundos. Lo mismo al dejar la mochila en el ropero. La organización chapó.
Me acompaña mi hermano Jorge con el que realizo el calentamiento. Siempre que se puede, aprovecho el calentamiento para inspeccionar el primer km de salida y el último de la llegada. La salida es cuesta arriba y llano. La llegada es una fuerte bajada por el lateral este hasta la entrada al parque, en la que se termina en una subida bastante tendida. El calentamiento consta de un aumento de ritmo progresivo, unos ejercicios de técnica de carrera de tobillos, con punteras y talones y unos sprints progresivos. Listos para plantarnos en la línea de salida. Quedan 6 minutos.
Me presento en la salida después de un mes de Enero fuerte en entrenos. Pese a todo, no ha sido un mes en el que he estado contento con los ritmos. Termino los entrenos con la sensación de estar oxidado. Aunque no me estoy preparando específicamente para distancias tan cortas, esta carrera puede ser una confirmación de por qué camino voy. Quiero recuperarla y para ello, tendré que cruzar el 10 km en menos de 40’ sobrado.
Nos colocamos lo más adelantados que podemos porque no hay cajones (lo normal en populares). Al lado tengo a un corredor que se pone a hablar con otro diciendo que quiere bajar de 50’. Con ese objetivo, no debería estar tan adelante, pero… Como siempre, lo último que hago es dar el último apretón a los cordones de la zapatilla. Un minuto antes del pistoletazo me quito la camiseta de calentamiento, que lanzaré a un lateral cuando arranque. Después de lo mal que lo pasé en el segundo 5000 en la San Silvestre de Alcobendas, decido establecer un ritmo de crucero por debajo de las 183 pulsaciones y apretar si puedo en el segundo 5000.
VAMOS!!!!! Piso la lona de salida y arranco por el exterior para ir adelantando. La cuesta pica para arriba y hacia la derecha. Tiro la camiseta de calentamiento a un lado. Muchos corredores y demasiado lentos. Alcanzo el llano y comienzo a coger mi ritmo, el que quiero conservar en los llanos. No puedo pasar a la gente por ningún lado porque sólo hay disponible un carril de la carretera y me meto por el bordillo. Esto no lo haría si no fuese el primer km, que estoy fresco. Cuando llevas 5 km, no lo recomiendo, un tropiezo te puede llevar al suelo y dejarte muy tocado. Alcanzo el km 1 en 3’ 58’’ y ya comienza a haber menos gente.
En el km 1,5 nos metemos en un parque aledaño con la calle Chile y piso tierra por primera vez. Tengo mucho cuidado en las curvas porque la tierra no está muy asentada y puedo resbalar. También hay tramos con grava suelta. Este tramo es más bien de toboganes. Salimos del parque y pisamos una especie de carril bici que nos lleva a una fuerte bajada rodeando el cementerio donde está la Ermita de Nuestra Sra. de Butarque que nos llevará volando al km 3,5. Entramos en ese momento en una ribera con tierra en la que ya la gente corre sin problemas. Me engancho con un grupo que parece que lleva un ritmo parecido al mío y veo que está tirando un hombre con el pelo largo y camiseta roja. No le puedo dar ningún relevo por ahora.
Cortesía de runningfoto cerca del km 2 |
La bajada continúa hasta el km 7 donde definitivamente vuelo, pasando el km 6 en 3’ 10’’!!!! (también mal medido, porque yo no soy Patrick Makau) y doy caza a dos corredores más. Los paso y claramente no pueden seguirme. Aún así, me duele un poco el estómago y tengo un conato de flato… maldito avituallamiento!!!! Pero voy muy confiado. Cambio los límites del pulsómetro (185-191) porque se acerca la famosa cuesta del cementerio y seguramente me pasaré de ppm. Llegamos al 8 y veo de lejos la subida de tierra. En total, será casi 1 km de cuesta arriba, pero la parte dura serán 500 metros. Me junto con 3 corredores más y afronto la cuesta a ritmo normal, no me cebo y con zancada corta. Sólo miro al suelo. Mucha gente animando en esta zona… el morbo les puede. La gente sube sufriendo mucho. La cuesta es prácticamente un muro en los últimos 50 metros. Corono en solitario e intento coger de nuevo el ritmo, pero tengo un dolor muy fuerte en los isquios. Levanto el pie y espero sensaciones. De nuevo por tierra pero en llano me adelanta un corredor del grupo de cuatro de la cuesta que ya no volveré a ver. Enfilamos ya el km 9 por calles conocidas, ya que es el mismo tramo que el km 1. El parcial en el km 9 es de 4’ 16’’, un ritmo excelente para la cuesta que acabo de pasar. Ya todo será asfalto hasta llegar.
Cortesía de runningfoto justo después de coronar la cuesta del cementerio |
Cortesía de mi amada Carmen bajando hacia el km 11 |
Cortesía de runners.es |
Mientras escribo me doy cuenta que los entrenos de Enero han tenido sus frutos, que bajar de 40’ en este 10.000 no es fácil, porque el terreno tiene muchas cuestas abajo y arriba y mucha tierra, lo que te impide coger un ritmo constante y rápido. Además, el segundo 5000 lo he hecho muy bien de pulso y sin sufrir en demasía, a diferencia del calvario que pasé en Alcobendas. Ahora a pensar en la siguiente.
PARCIALES:
1er km → 3:59
2º km: → 4:02
3º → 3:36
4º → 3:45
5º → 4:42 (primer 5.000 → 20:06)
6º → 3:09
7º → 4:17
8º → 3:47
9º → 4:17
10º → 3:54 (segundo 5.000 → 19:24, paso por el 10.000 → 39:30)
11º → 4:38
Mi llegada a meta en el minuto 44:24 (abrir los brazos es lo primero que se me ocurrió... iba esprintando así que, no estaba muy lúcido):
http://www.corriendovoy.com/video.php?id=765&video=61868